Zach Galifinakis pasó la renta de una anciana sin hogar durante años y pasaba buen tiempo con ella porque no tenía familia. Cuando él conoció a Marie «Mimi» Haist, ella trabajaba como voluntaria en una lavandería, sobreviviendo de las propinas que dejaban los clientes. Unicamente se le permitía dormir entre las lavadoras y las secadoras. Antes de volverse un estrella de Hollywood, Galifianakis le halló un departamento cómodo y le pagó del alquiler. Fue tan fuerte su vínculo que la paseó por la alfombra roja como acompañante. Después, la llevo en limusina a su casa. La amistad duro 27 años, hasta que ella falleció a los 96 años. Lo escribió Mr Toc en Facebook y nos lo envió Mónica Palacios Ríos.¡Chevere!