La inercia social, la moral pública, las creencias religiosas nos han dado como buenas y dignas de observación obligatoria, situaciones, que analizándolas sin prejuicios, son errores vitales gigantescos; uno de ellos es la vida en pareja en la misma cama y tapados con la misma cobija. Esto puede ser bueno para unos cuantos días, pero…. es una terrible necedad. Roncar es el más claro aviso de que estamos equivocados, y no me refiero al que gañe sino al que le oye impacientemente los gañidos. Lo escribe Magno Garcimarrero en su reciente libro «La paja en el ojo ajeno».