La Sociedad de la Nieve
Agustín Basilio de la Vega
Recientemente vi la película española “la Sociedad de la Nieve” escrita y dirigida por J. A. Bayona, con base en el libro de Pablo Vierci, sobre el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la cordillera de los Andes en 1972. Los actores son uruguayos y argentinos. Se estrenó en Uruguay y España en el 2023 y a nivel mundial en este año.
De niño tuve la oportunidad de ver la película mexicana “Supervivientes de los Andes” (1976, dirigida por René Cardona) y en los años noventa el filme norteamericano “¡Viven!” del director y productor Frank Marshall con base en el libro “¡Viven!” de Piers Paul Read que recoge entrevistas realizadas a los supervivientes uruguayos.
La nueva versión de ese hecho histórico en el que subyacen también elementos del documental “La Sociedad de la Nieve” de Gonzalo Arijón que relata el accidente, es de acuerdo con los testigos y críticos, humana e históricamente bien lograda y de buena calidad. A mi me pareció muy oportuna en estos días en que la esperanza es el motor de la humanidad.
Diversos valores se rescatan de este acto heroico en el que los jóvenes se fijaron una regla: no quejarse. Es un ejemplo de trabajo en equipo y de organización aún en las gravísimas condiciones en que se encontraban en medio de la cordillera de Los Andes.
El liderazgo mostrado por los protagonistas y el servicio al prójimo con fundamento en los valores cristianos es también una fuerza de enorme valor que ayuda a luchar día tras día. Es el motor para que los estudiantes de medicina curaran a sus amigos, los más fuertes emprendieran caminatas de reconocimiento del Valle de las Lágrimas y para intentar reparar la radio del avión entre otras tareas.
También se aprecia lo útil que es tener cultura general: la geografía, la climatología, la medicina, la electricidad, el deporte, la religión y muchos otros aspectos que se conjugan en el equipo para no perder la esperanza pese a la tragedia y hacer todo lo necesario para salvar sus vidas.
En lo personal me parece increíble la caminata final de 10 días de Nando Parrado y Roberto Canessa en la que tuvieron que recorrer sin equipo adecuado e improvisado sacos de dormir hechos a mano mas de 50 km con poco oxígeno a alturas de 4000 m y temperaturas bajo 0 grados.
Nando y Roberto finalmente llegaron a un pequeño valle sin nieve formado por los ríos San José y Del Azufre. Allí encontraron al vaquero chileno Sergio Catalán quien pudo informar a las autoridades chilenas quienes realizaron el riesgoso rescate con helicópteros Bell UH-1H y que se llevó a cabo en varios días.
Los 16 sobrevivientes, la mayoría de ellos entre los 17 y 24 años, que lograron sobrevivir durante 72 días pese que algunos llegaron a pesar menos de 38 kilos, son un ejemplo para las nuevas generaciones. Películas así son importantes para promover la superación y evitar el conformismo, la mediocridad y la apatía.
X @basiliodelavega 22 de enero de 2024.