Uno de los pocos entes autónomos que sí se salvó de los organismos promovidos para su desaparición es la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que preside Rosario Ibarra de Piedra. Quienes han seguido su desempeño desde 2019 atribuyen su permanencia a que ha resultado ser el menos autónomo de los autónomos. Lo escriben en «Templo Mayor» de «Reforma». Foto de «La Razón».