La amenaza del presidente, Donald Trump, de realizar una deportación masiva de migrantes, no sólo tiene en incertidumbre a miles de paisanos que radican en Estados Unidos, también ha «estresado» a ciudades fronterizas mexicanas que no están preparadas para recibir oleada de indocumentados, ya sean connacionales o de otros países. Desde Estados Unidos, familias enteran evalúan qué opciones tienen para evitar ser deportadas o ser separadas. Se cuestionan si es mejor regresar a México o definen qué plan seguir en caso de que algún miembro sea expulsado. De este lado de la frontera, la preocupación- sobre todo en los albergues- es cómo recibir a cientos de migrantes en la que podría convertirse en la deportación más grande en la historia de la nación. La nota es de Lidia Arista en «Expansión Política». Foto de «Milenio».