La escritora española Irene Vallejo estuvo a finales del año pasado en México para presentar la versión ilustrada de «El infinito es un junco»  (Siruela, 2019), un ensayo que no sólo es un puente  entre épcas, sino una carta de amor al libro y la lectura,  que empezó a escribirse en un momento de escepticismo hacia el futuro, recuerda ella. «Yo tenía la sensación de estar abrazando toda una serie de causas perdidas; los clásicos, las humanidades, el futuro de los libros, pensaba que le interesaría a un puñadido de lectores», comenta. Pero se convirtió en un fenómeno comercial con la venta de más de un millón y medio de ejemplares y la traducción a más de 40 idiomas.. La nota es de Rebeca Perez´Vega en «Reforma». Foto de Gaceta UNAM.