«Cuando la tierra finalmente te llama, no hay que temer. Es el último baile de un ciclo natural, el cierre de un capítulo escrito con sudor, lágrimas, risas y recuerdos. pero lo que queda, lo que nunca se borrará del todo, son las marcas que dejamos en las alma que tocamos.. Así que mientras tengas aliento, energía, mientras tu corazón lata, vive intensamente. Abraza los encuentros, ríe a carcajadas, disfruta de los placeres simples y complejos de la vida.. Cultiva tus amistades como quien cuida un jardín. Porque, al final, lo que queda no son los logros, los títulos o los aplausos. lo que queda son los vínculos, los momentos compartidos, la luz que difundamos. Sé luz, se presencia. El tiempo no borra, sólo transforma». Lo escribió Gastón Luke y nos lo envió el CP Angel Rebolledo. Foto de Luke, en X Twitter.