María Ariza llama a acelerar la equidad desde la alta dirección.
La directora general de BIVA advierte que la brecha de género sigue presente en el sector financiero mexicano, tanto en acceso como en representación, e insiste en la necesidad de estructuras formales y liderazgo comprometido para impulsar un entorno más equitativo.
María Ariza, directora general de la Bolsa Institucional de Valores. Eric Lugo
Por:
Iván Quezada
88 Convención Bancaria | El Economista
La inclusión de las mujeres en el sector financiero mexicano continúa siendo una deuda pendiente. A pesar de ciertos avances en los últimos años, la brecha de género persiste tanto en el acceso de las mujeres a servicios financieros como en su participación en puestos de liderazgo. Así lo señaló María Ariza, directora general de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), en entrevista con El Economista.
“Todavía hay poca representación de mujeres, sobre todo en los altos mandos de toma de decisiones y dirección”, advirtió Ariza, quien también enfatizó que la brecha salarial continúa afectando a las mujeres que trabajan en el sector bancario. Además, recordó que muchas mexicanas aún no cuentan con acceso a productos financieros básicos, como cuentas de ahorro o crédito.
Para Ariza, si bien el sector ha dado pasos importantes en los últimos años, los avances todavía son insuficientes frente a la magnitud del reto. “Creo que se están dando pasos. Se están tomando buenas decisiones al interior, por ejemplo, de los gobiernos corporativos, tanto de los bancos como de las bolsas, así como de las empresas que participan en este sector. Están involucrando cada vez a más mujeres en sus gobiernos corporativos, y eso creo que, eventualmente, tendrá un impacto”, explicó.
Uno de los puntos clave, dijo, es que el cambio debe impulsarse desde los liderazgos más altos. “Me motiva pensar que poco a poco vas viendo nombres como Tamara Caballero (primera mujer al frente del Grupo Financiero Multiva), -que me emociona verla en ese lugar tomando esas decisiones-. Son ejemplos de mujeres que tienen el talento y que hoy hay un empuje para que haya un poquito más de avance en ese sentido.”, mencionó.
Además de los llamados “techos de cristal”, que limitan el ascenso profesional de las mujeres, Ariza señaló la existencia de lo que denominó “pisos resbalosos”, es decir, condiciones estructurales que dificultan la permanencia de las mujeres en el sector financiero.
“En la medida en que tengamos a un Secretario de Hacienda dirigiendo un comité de diversidad. En la medida en la que tengamos un comité de diversidad en la cual participen todos los directores generales de los bancos. En esa medida vamos a ir viendo los cambios. Creo que el tener esas estructuras bien conformadas, dirigidas y atendidas por los líderes y tomadores de decisiones, yo creo que es la forma más rápida de ser responsable en este tema”, explicó.
Inversión con perspectiva de género
Ariza también enfatizó la importancia de que las mujeres se involucren en decisiones patrimoniales e inviertan en el mercado de valores. Subrayó que invertir en bolsa es una alternativa viable para construir un patrimonio con visión de futuro, ya que ofrece rendimientos a mediano y largo plazo mediante instrumentos financieros formales que permiten generar retornos atractivos. No obstante, señaló que elegir acciones individuales requiere de un análisis profundo y experiencia, por lo que no siempre es el camino más accesible para quienes inician.
En ese sentido, recomendó comenzar por instrumentos más diversificados, como los fondos cotizados (ETF), que permiten invertir en sectores completos o en distintas industrias sin concentrar el riesgo en una sola empresa. Esta estrategia no solo facilita el ingreso al mercado de valores, sino que también protege el capital mientras se gana experiencia y confianza en el mundo de las inversiones. Ariza destacó que esta opción es especialmente adecuada para mujeres que buscan autonomía financiera y herramientas que fortalezcan su seguridad económica.
A través de la inversión en bolsa, dijo, las mujeres pueden trazar un camino hacia la libertad financiera, construyendo su patrimonio con base en decisiones informadas y estructuras formales. “Queremos generarnos un patrimonio, queremos libertad financiera y en el mercado de valores puedes crear esos retornos que necesitas”, finalizó.