La designación de María Amparo Álvarez Castilla como Secretaria del Ayuntamiento de Xalapa, ha sido muy bien recibida por los distintos sectores de la sociedad y envía un potente mensaje del Alcalde a los Xalapeños de que las cosas se van a empezar a hacer bien, con seriedad, con conocimiento y con rendición de cuentas.
A Amparito, como le llamamos aquellos que hemos tenido la fortuna de estar cerca de ella en algunos momentos de su vida, la conocí en campaña hace veinte años, me llamó la atención más bien me intrigó ¿Qué hacía una prestigiada Notaria Pública, reconocida profesionista y estimada mujer xalapeña metida en política para ser Síndica de Xalapa? La respuesta llegó meses después ya en funciones: aportar su experiencia y su calidad humana al servicio de Xalapa que entonces era el municipio más endeudado del estado de Veracruz, ahí aprendí que no importaba si estabas en política o no, Xalapa necesitaba entonces a las mejores mujeres y hombres, Amparo Álvarez Castilla era una de ellas, dos años más tarde diría en su discurso de toma de posesión como primera mujer Alcaldesa de este municipio –Amo a Xalapa entrañablemente, toda mi vocación, mi preparación y mi vida la consagraré a su servicio…- palabras que a la distancia ha seguido honrando y es que Amparito es así, una extraordinaria xalapeña con gran vocación de servicio.
Para mí fue un honor que me invitara a permanecer con ella en el área de la Secretaría Particular de la Presidencia Municipal, era la época en que pocas mujeres lograban ocupar cargos importantes en el gobierno, era el tiempo en que muchos hombres con misogismo heredado por la misma cultura social se les dificultaba tener como jefe a una mujer, Amparo supo sortear con éxito este primer obstáculo, su carácter fino, educado y amable siempre salía a relucir en el trato con los ciudadanos y con sus subordinados, manejaba con destreza su personalidad de mujer pulcra, preparada y analítica, sabía aplicar el trato situacional que es propio de los líderes efectivos modernos porque cuando era necesario sabía mandar con una firmeza suave y persuasiva, sabía cómo mandar en un mundo hasta entonces dirigido por los hombres.
Alguna vez comentando el tema me dijo: – Dios no hizo a la mujer de la cabeza del hombre para que no estuviera arriba de él, ni de los pies para que estuviera por encima, la formó de su costado para que estuvieran juntos en igualdad de condiciones-, así fue que aprendí a admirarla y a entender que el servicio público no es motivo de soberbia y prepotencia, si no una oportunidad de servir al prójimo con dedicación, compromiso social y cariño, así gobernó Amparito con un profundo amor por Xalapa y me consta que todos sus actos de gobierno estuvieron siempre dentro del marco de la ley, que derrochaba gran calidad humana con todos los xalapeños y especialmente con aquellos que más lo necesitaban.
Le tocó presidir un Ayuntamiento quebrado, que había entrado en funciones con una gran deuda heredada de otras administraciones y que estaba obligado a pagarla en su totalidad porque así lo había prometido en campaña Carlos Rodríguez Velasco quien dejó el cargo para buscar la diputación federal por Xalapa; hubo quienes le aconsejaron a Amparo no terminar de pagar la deuda, que ese dinero debía ser utilizado para otras cosas, que ya se había pagado la gran mayoría y que el Ayuntamiento había pasado ya por muchas estrecheces, un no rotundo fue la respuesta de Amparo – ¡No! Es una promesa de campaña y yo le di mi palabra a Carlos Rodríguez Velasco de que pagaríamos hasta el último peso porque así le conviene a Xalapa-, era el tiempo en que las promesas políticas se cumplían y la palabra valía más que un documento firmado. Aún así supo gestionar recursos extras y logró realizar en nueve meses una gran obra pública para las colonias, redes de drenaje y agua potable, electrificación, pavimentación de calles y becas sin precedente para la niñez y juventud, de ese material está hecha la nueva Secretaria del Ayuntamiento de Xalapa Amparo Álvarez Castilla, hija de un gran hombre, Don Ignacio Álvarez muy reconocido y apreciado en Xalapa por su desempeño como Notario Público y su calidad humana, madre ejemplar de dos extraordinarias hijas, Michelle y Ruth, ciudadana notable y emblemática, excelente y solidaria amiga.
Sí, su periodo como alcaldesa fue toda una gestación y un parto doloroso no solo porque duró nueve meses sino por la situación generada por esa deuda y el error de diciembre pero que al final alumbró una Xalapa liberada de toda deuda pública que los siguientes alcaldes no supieron o no quisieron aprovechar pues hoy el Ayuntamiento está nuevamente endeudado. Pero lo más importante y la buena noticia para Xalapa es que por unanimidad el Cabildo la haya nombrado Secretaria del Ayuntamiento, nuevamente Amparo Álvarez Castilla servirá a su amada Xalapa y el Alcalde Américo Zúñiga se anota un gran acierto y envía un claro y potente mensaje a los xalapeños, el Ayuntamiento se renueva con gente experta y preparada, honesta y trabajadora, realmente comprometida, capaz de rectificar el camino y comenzar a hacer las cosas bien, sumarle experiencia, honestidad y compromiso, es sin duda una buena noticia que nos alegra y es un aviso a aquellos que no han sabido entender que estar en el Ayuntamiento es un compromiso de servicio, de entrega total a los xalapeños y una oportunidad de trascender positivamente.
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