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24 Horas

Afganistán vivió hoy una jornada de luto nacional en memoria de las víctimas del doble atentado suicida cometido la víspera durante una manifestación de la minoría étnica hazara en Kabul, capital afgana, que dejó 80 muertos y 231 heridos.

 

Las banderas afganas ondearon a media asta en los edificios públicos de todo el país asiático, en recuerdo de los fallecidos, mientras los canales de televisión y emisoras de radio emitieron programas especiales con la lectura de versos del Corán.

 

El duelo nacional, que coincidió este domingo con el entierro de las víctimas, fue declarado en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional horas después del atentado contra esta comunidad de la rama islámica chiita, minoritaria en un país de mayoría sunita.

 

El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha ordenado que el escenario del doble ataque, DehMazang o villa de Mazang en dari, pase a denominarse Shuhada Chawk, Plaza de los Mártires en lengua afgana, según la agencia Pajhwok Afghan News.

 

Asimismo, la oficina de Ghani ha ordenado a los órganos de seguridad vengar a las víctimas del doble atentado suicida, reivindicado por militantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

 

El gobierno estudiará además posibles fallos de seguridad en los ataques, por lo que creará una comisión dirigida por la Fiscalía General de Afganistán en la que participarán funcionarios y líderes nacionales, explicó Dawa Khan Menapal, vocero del mandatario afgano.

 

“Aquellos que sean encontrados culpables o de cometer negligencia, serán tratados de acuerdo con el sistema legal”, advirtió.

 

En el mismo contexto, el gobierno afgano prohibió durante 10 días cualquier protesta o reuniones públicas en todo el país por razones de seguridad, según un portavoz del Ministerio del Interior de Afganistán, Najib Danish.

 

Precisó que la prohibición pretende “garantizar la seguridad de los ciudadanos” en particular durante los funerales de las víctimas, que comenzaron este domingo.

 

El doble atentado en Kabul se produjo el sábado cuando miles de hazaras se manifestaban para exigir que la nueva línea de alta tensión entre Turkmenistán y Kabul pase por dos provincias donde hay una gran concentración de población hazara, Wardak y Bamiyán.

 

La comunidad hazara, de tres millones, en Afganistán ha sido fuertemente perseguida durante décadas por los militantes de la red Al Qaeda y los talibanes, que han lanzado en su contra ataques que han dejado miles de muertos.