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Excélsior

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, recordó que el concierto ofrecido por el bajista y fundador de Pink Floyd, Roger Waters, en el Zócalo Capitalino el pasado primero de octubre, ‘no costó dinero’ ya que es ‘una realización que hace desde hace muchos años’ la administración de la ciudad.

Fue la mayor concentración” jamás registrada “que ha albergado el Zócalo” de la Ciudad de México en, aseguran algunos, toda la historia de las presentaciones artísticas de las que ha sido escenario dicho paraje.

Como ya lo habían anunciado diversas autoridades de la ciudad, el concierto de Roger Waters tuvo saldo blanco, manifestando el trabajo coordinado y la logística montada por los realizadores y elementos de seguridad, con el objeto de resguardar la seguridad de los presentes a lo largo del performance.

Con respecto al mensaje político” emitido por el cantante en contra de las propuestas del candidato Republicano para la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, refirió que “él es un artista con libertad y” sabe “manejar al escenario” y a su público.

Mancera Espinosa rectificó que los fondos para el concierto fuero sufragados por ‘esquemas’ de patrocinio, así como también de managers y publicidad que acompañan al cantante británico.

Nada más” en materia de “seguridad es en lo que la ciudad tiene que gastar, pero bien vale la pena”, comentó.

En la presentación, Roger Waters logró reunir en la plancha a un aproximado de 200 mil fanáticos: la circulación se vio interrumpida en todos los sentidos en las calles aledañas, y los peatones atestaron el Zócalo y sus alrededores; por último, el mandatario capitalino arguyó:

Yo pasé a hacer una supervisión antes de que iniciara” el concierto, “lo vi exactamente atrás” del escenario, “pasé sólo a saludar al equipo que estaba con la logística cuando su equipo de producción” realizaba su trabajo “en uno de los pasillos”.