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EFE

Miles de oficialistas se movilizaron este martes en Caracas en respaldo al presidente Nicolás Maduro, acosado por protestas opositoras que, según ellos, buscan generar violencia para que Venezuela sea intervenida.

Los seguidores del gobierno se congregaron en el centro de Caracas con motivo de los 15 años del golpe de Estado que sacó brevemente del poder al presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.

«Estoy aquí en apoyo a Maduro y en defensa de la revolución. Las protestas de la oposición solo persiguen una intervención extranjera», dijo Arelis Morales en Puente Llaguno, donde se concentraron los chavistas durante el golpe del 11 de abril de 2002.

Ese día, una marcha multitudinaria de la oposición llegó al centro de la capital, en medio de lo cual se produjeron tiroteos que dejaron 19 muertos en las cercanías del puente, muy cerca del palacio presidencial de Miraflores.

Una serie de pronunciamientos de mandos militares responsabilizaron a Chávez de los sucesos y terminaron con la salida del mandatario, restituido dos días después.

«Hoy la revolución vuelve a estar en riesgo, pero siempre habrá un pueblo en pie que defenderá el legado del comandante Chávez», señaló Franklin Barrios, activista político de 50 años.

Desde el pasado 1 de abril, la oposición ha realizado cinco protestas para exigir la destitución de los jueces del máximo tribunal, elecciones generales, respeto a la autonomía del Parlamento -en el que es mayoría- y la liberación de «presos políticos», que cifra en más de un centenar.

Las manifestaciones han derivado en violencia, al impedir la fuerza pública el avance de los opositores al centro de la ciudad, con saldo de dos muertos, un centenar de detenidos y decenas de lesionados, según las autoridades y organizaciones no gubernamentales.

«No nos vamos a dejar quitar la revolución. Si tenemos que morir por este proceso, lo haremos», afirmó Morales, abogada de 52 años, mientras evocaba con «camaradas» los episodios en Puente Llaguno, en los que tomó parte.

La mujer pide a Maduro que «meta presos» a los opositores que generen violencia y persistan en la «guerra económica», a la que el oficialismo atribuye el colapso que padece Venezuela, con desatada inflación y grave escasez de alimentos y medicinas.

«Nos han atacado duro en el estómago, pero estamos en pie de lucha», añadió.