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AFP

Un incendio iniciado durante la noche arrasó un edificio residencial de 24 pisos en Londres el miércoles, mató al menos a doce personas y causó lesiones a otras 74, informó la policía. Testigos dijeron haber visto a algunos residentes arrojar bebés y niños por las ventanas a la gente en la acera en un intento desesperado por salvarlos de las llamas.

Las llamas iluminaron el cielo nocturno y una gruesa columna de humo se alzó desde las ventanas de la Grenfell Tower en North Kensington, donde más de 200 bomberos combatían el incendio. Una pluma de humo surcaba kilómetros de cielo después del amanecer, cuando apareció la ruina ennegrecida del edificio donde persistían algunos focos de incendio 12 horas después.

La gente atrapada por las llamas y el humo golpeaba las ventanas y clamaba por socorro a los que miraban desde las aceras, dijeron testigos y sobrevivientes. Uno de los vecinos dijo que no se escuchó la alarma de incendios.

Londres 14 de junio de 2017. Un incendio arrasó un edificio residencial de 24 pisos en Londres. Al menos 12 personas perdieron la vida y otras 74 resultaron lesionadas. Testigos aseguraron que algunos residentes arrojaron a sus hijos por las ventanas para salvarlos de las llamas. Más de 200 bomberos combatieron, por varias horas, las llamas.

“Las llamas, nunca he visto nada parecido, me recordó a los ataques del 11 de septiembre”, dijo Muna Ali en referencia a los atentados contra las torres gemelas de Nueva York en 2001. “El incendio comenzó en los pisos altos… dios mío, se extendió con tanta rapidez. En media hora se había extendido a todas partes”.

“Esto es un incidente sin precedentes”, dijo a periodistas en el lugar la comisaria de bomberos, Dany Cotton. “En mis 29 años como bombero, nunca, jamás he visto algo de este calibre”.

No se informó de inmediato sobre la causa del siniestro, pero vecinos furiosos dijeron que habían advertido a las autoridades locales sobre los problemas de la Grenfell Tower. El edificio de viviendas subsidiadas de 120 apartamentos fue construido en 1974 y remodelado a un costo de 8.6 millones de libras (11 millones de dólares) en 2016, según la alcaldía del Royal Borough of Kensington and Chelsea.

Los testigos vieron a gente saltar desde los pisos superiores. Una mujer dijo haber visto a un ciudadano atrapar al vuelo a un bebé al que habían lanzado desde una ventana “en el noveno o décimo piso”.

“La gente empezaba a aparecer en las ventanas, dando golpes y gritando en frenesí. Las ventanas estaban un poco abiertas, una mujer hizo gestos de que iba a lanzar a su bebé y que si alguien podía atraparlo”.

“Alguien lo hizo, un caballero corrió hacia delante y logró alcanzar al bebé”.

Los bomberos recibieron los primeros avisos de un incendio a las 00:54 de la madrugada, y los primeros camiones llegaron en seis minutos, señaló la responsable.

En un primer momento no se conocía la causa del suceso. Los vecinos dijeron que parecía haber comenzado en un apartamento de las plantas inferiores antes de extenderse con rapidez hacia arriba.

Varias personas en el lugar dijeron que no habían podido contactar con amigos y familiares que estaban dentro cuando comenzó el incendio. Otros dijeron que habían visto gente utilizando linternas y celulares para hacer señales y pedir ayuda desde los pisos superiores.

Nassima Boutrig, que vive enfrente, dijo que la habían despertado las sirenas y una humareda tan densa que también había llenado su casa.

“Vimos a la gente gritar”, dijo. “Mucha gente decía ‘Ayuda, ayuda, ayuda’. La brigada de bomberos sólo pudo ayudar abajo. El fuego subía, subía. No podían parar el fuego”.

Boutrig dijo que el hermano de una amiga suya vivía en el edificio con su esposa y sus hijos, y que su amiga aún no había descubierto si estaban bien.

Algunos sobrevivientes describieron escenas de confusión y recomendaciones contradictorias a los vecinos, a muchos de los cuales se les había dicho antes que en caso de incendio permanecieran en sus apartamentos.

“No había alarmas de incendios”, dijo Edward Raffarin, de 55 años, que fue alertado por un vecino de que huyera. “Había mucho humo en el pasillo. No podía encontrar las escaleras”.

Otros buscaban información en centros improvisados en iglesias y centros recreativos. En la iglesia de St. Clemens, donde se reunieron vecinos evacuados de los edificios cercanos, Hadra Hassad intentaba encontrar a una de sus amigas más cercanas, que vivía en el piso 21. Hassad dijo creer que una de las hijas de su amiga estaba en el hospital, pero no sabía cuál.

Ambulancias y vehículos de bomberos llenaron las calles en torno al edificio, que se encuentra en un barrio diverso de clase trabajadora en Londres. La gente que vivía cerca fue evacuada, algunos con sus mascotas en brazos al marcharse. Varios voluntarios repartían botellas de agua.

En el perímetro policial que rodeaba el edificio, bomberos exhaustos descansaban en el asfalto bebiendo agua de botellas de plástico mientras varios helicópteros sobrevolaban la zona.

“Equipos con aparatos de respiración y aparatos de respiración de duración extendida han estado trabajando en condiciones extremadamente desafiantes y difíciles para rescatar gente y poner bajo control este gran incendio”, dijo Cotton.

The Grenfell Actino Grupo, una organización local formada para oponerse a un proyecto inmobiliario en la zona llevaba alertando del riesgo de incendios en el edificio desde 2013. El grupo había expresado su preocupación por las pruebas y el mantenimiento del equipo contra incendios y por salidas de emergencia bloqueadas.