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AP

El Pentágono arrojó un manto de secrecía sobre las evaluaciones de seguridad en sus operaciones con armas nucleares, una parte donde el Ejército estadounidense tiene un pasado de fracasos en inspecciones periódicas y episodios de baja moral.

 

Hasta ahora, los resultados generales de las inspecciones rutinarias en bases nucleares -como si se superó o no la prueba- estaban disponibles. Ahora están fuera de los límites. El cambio va más allá de la práctica estándar de retener la información detallada sobre esas inspecciones.

La razón del cambio es evitar que los adversarios puedan conocer las vulnerabilidades de las armas nucleares. El cambio va más allá de la práctica estándar de retener la información detallada sobre esas inspecciones.

Estados Unidos alega que la razón del cambio es evitar que sus adversarios puedan conocer las vulnerabilidades de sus armas nucleares. El capitán de la Armada Greg Hicks, portavoz del Estado Mayor Conjunto, aseguró que mantener esa información en secreto es necesario.

“Nos sentimos cómodos con el secreto”, explicó Hicks el lunes. Agregó que eso ayuda a asegurar que “mientras existan armas nucleares, Estados Unidos mantendrá una reserva nuclear segura y efectiva”.

Los críticos cuestionan el nuevo bloqueo de la información.

“Todo esto huele mal”, opinó Steven Aftergood, un experto en secretos del Gobierno de la organización Federation of American Scientists (Federación de Científicos de Estados Unidos). “Están actuando como si tuvieran algo que ocultar y no son secretos de seguridad nacional”.

“Creo que la nueva política no distingue entre proteger secretos válidos y ocultar la incompetencia”, añadió. “Es evidente que deben ser protegidos los secretos tecnológicos de las armas nucleares, pero la negligencia o la mala conducta en el manejo de las armas nucleares no deben aislarse de la rendición pública de cuentas”.

La decisión de ocultar los resultados de las inspecciones sobre cómo se manejan, mantienen y custodian las armas nucleares se anunció después de que las fuerzas militares hicieron una recomendación generada por las revisiones del Pentágono sobre los problemas con las armas, los trabajadores y las instalaciones que constituyen la fuerza nuclear del país.

Pero los problemas que motivaron las revisiones hace tres años no fueron creados por la publicación de los resultados de la inspección. Los problemas eran deficiencias reales en la fuerza nuclear, como por ejemplo un desempeño ocasionalmente pobre, lapsos de fallas de seguridad y entrenamiento defectuoso, en parte por la falta de fondos y un liderazgo débil.

Los resultados globales de esas inspecciones, sin incluir los detalles delicados de seguridad, solían estar disponibles públicamente. Eran la base para que The Associated Press publicara en 2013 y 2014 reportajes sobre los pasos en falso que daba el equipo de la Fuerza Aérea a cargo de los misiles nucleares.

La AP documentó varias brechas de seguridad, fallas de liderazgo y entrenamiento, problemas de moral y otros asuntos, lo que llevó al Pentágono _bajo las órdenes del secretario de Defensa Chuck Hagel_ a ordenar un estudio en profundidad por parte de un grupo independiente.

La revisión, publicada en noviembre de 2014, encontró problemas arraigados profundamente y recomendó remedios que aún se están implementando. Adicionalmente, Hagel ordenó lo que él llamó una revisión interna de los problemas nucleares. Sus conclusiones y recomendaciones son secretas.

La AP solicitó tener acceso a las evaluaciones de seguridad, pero el Pentágono se negó. Hicks, el portavoz del Estado Mayor Conjunto, explicó que los oficiales militares tienen ahora la instrucción de tener una distribución “limitada” de esa información.

Cuando se le preguntó por qué la instrucción fue revisada, Hicks dijo que el Pentágono recomendó que la Fuerza Aérea “adoptara la política de la Armada” sobre la clasificación de los resultados de sus inspecciones nucleares. “La clasificación elevada de seguridad” limita la cantidad de “información potencialmente vulnerable” que podría llegar “a las fuerzas adversarias”, agregó.

El Pentágono nunca había afirmado antes que los informes sobre los resultados de las inspecciones nucleares pudieran comprometer la seguridad nuclear.