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Notimex

Este día llegará a México el máximo líder de la Iglesia Apostólica Armenia, Karekin II, quien visita por primera vez el país como una muestra de solidaridad y empatía con los afectados por los sismos de septiembre pasado.

Karekín II, nació en 1951 en la provincia armenia de Voskehat, con el nombre Krtich Nersessian, él recibió su primera educación en su pueblo natal.

En 1965, fue admitido en la Academia Teológica Kevorkian de Echmiadzín, institución que lo graduó con honores. De manera posterior, fue profesor de Estudios del Nuevo Testamento y asistente en el Seminario. Tras ello, fue ordenado diácono y consagrado sacerdote en 1972.

El joven continuó su educación religiosa en Viena, Austria. En 1975 sirvió en la Iglesia Alemana como pastor, en tanto continuaron sus estudios de teología en la Universidad de Bonn, mientras que los estudios de doctorado los realizó en la ciudad rusa Zagorsk.

En 1980, fue designado asistente del vicario general de la diócesis del Ararat; en abril de 1983 se convirtió en vicario general de la misma Diócesis.

En octubre de ese mismo año, fue ordenado obispo y en 1992, elevado al rango de arzobispo. En 1990, fue candidato a la Legislatura de Armenia.

En 1999 fue elegido como Patriarca Supremo y Katolikós de todos los armenios, desde entonces de acuerdo con el embajador de Armenia en México, Ara Aivazianha ha desarrollado la difícil tarea de reestructurar y reorganizar la vida interna de la iglesia.

Con ello, ha revitalizado los seminarios teológicos de la Santa Sede, ha fortalecido la educación cristiana, y ha reconstruido iglesias y monasterios. Además, ha puesto especial cuidado en la preparación de una nueva generación de sacerdotes para servir a los fieles armenios de todo el mundo.

En México, el líder de la iglesia ortodoxa armenia visitará la Basílica de Guadalupe, después, se reunirá con el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera a quien le expresará sus condolencias tras la tragedia derivada del sismo del 19 de septiembre que cobró la vida de más de 400 personas en el país.

En la Catedral Metropolitana, el patriarca de la iglesia ortodoxa ofrecerá, junto con otros líderes espirituales, entre ellos, el Arzobispo Primado de México, cardenal Norberto Rivera, una liturgia ecuménica para pedir por la pronta recuperación de las personas afectadas por los sismos.

Para finalizar su visita en el país, habitado por cerca de tres mil personas de la comunidad armenia, Karekin II visitará el Museo Memoria y Tolerancia.

De acuerdo con la tradición, los apóstoles Tadeo y Bartolomé llegaron a Armenia en el siglo I con el fin de evangelizar a su pueblo, después, a causa de las persecuciones, el cristianismo se difundió por el país de forma secreta.

Armenia se ubica al pie del monte Ararat, lugar en el que de acuerdo con el libro bíblico del Génesis se posó el Arca de Noé después del Diluvio Universal.

Según el especialista Christopher J. Walker, Armenia fue el primer estado en adoptar la fe cristiana como religión nacional en el año 301, es decir, 12 años antes del edicto de Milán de Constantino sobre la tolerancia religiosa en el imperio romano.

El vínculo entre el país y México se generó a principios del siglo XX, cuando la comunidad armenia sufrió deportación forzada, la cual cobró la vida de más de un millón y medio de personas, hecho considerado como el primer genocidio del siglo XX –acontecido entre 1915 y 1923 por el Imperio Otomano.

México se convirtió entonces en una nación que recibió a los armenios con los brazos abiertos; pocos fueron los que permanecieron en el país derivado de la diáspora, toda vez que la mayoría aprovechó la cercanía del territorio como una plataforma para llegar a Estados Unidos, lugar en el que viven cerca de un millón de armenios.

En la capital del país la mayoría de los armenios se estableció en colonias céntricas como la Merced en la que se distinguieron como comerciantes, de manera particular como zapateros, oficio en el que florecieron y con el que se abrieron camino más de 12 mil kilómetros de la sede de su milenaria cultura.

El ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Sarukhan, calificó la relación del país caucásico con México como incipiente, al tener sólo tres años la embajada en el país; sin embargo, destacó la importancia de la comunidad, al ser, por ejemplo destacados, músicos, académicos, diplomáticos y comerciantes.