Lugar:
Fuente:
La Jornada

La inversión de extranjeros en bonos de la deuda interna del gobierno federal disminuyó en 28 mil 501 millones de pesos en el primer trimestre de este año, respecto del saldo registrado al cierre de 2017, en una señal de la incertidumbre generada por el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), mostraron datos del Banco de México y la opinión de analistas.

“Ha habido incertidumbre por la renegociación del TLCAN, que se ha reflejado en la tenencia por parte de inversionistas extranjeros de bonos gubernamentales”, comentó este martes Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis económico y financiero del Banco Base.

Al cierre de marzo, inversionistas extranjeros reportaron en sus portafolios bonos de deuda interna del gobierno mexicano por dos billones 74 mil 854 millones de pesos, de acuerdo con datos del Banco de México. La cantidad fue inferior en 28 mil 501 millones a la registrada en diciembre pasado, de dos billones 103 mil 356 millones, una variación de 1.36 por ciento.

El movimiento refleja la forma en que los mercados financieros mexicanos se han visto afectados en estos últimos meses por el proceso de renegociación del TLCAN, un acuerdo que liberó el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá desde 1994 y que fue cuestionado por el presidente estadounidense Donald Trump desde su campaña electoral.

La probabilidad de que Estados Unidos abandone el TLCAN es ahora “muy pequeña”, de entre “dos y tres por ciento”, consideró Siller Pagaza. Sin embargo, hasta que no se hecho público un principio de acuerdo entre los tres países, los movimientos de inversión, tanto en instrumentos financieros, como la directa seguirá determinada por el proceso de renegociación, lo mismo que la variación del tipo de cambio del peso o los movimientos en la Bolsa.

“Es el proceso de renegociación del TLCAN lo que más está influyendo en los mercados, mientras la elección presidencial (de este año) no ha sido el factor principal”, como ocurrió en procesos pasados, dijo Siller.

México tiene un régimen de tipo de cambio de libre flotación a partir de 1995, un año después que inició la administración del ex presidente Ernesto Zedillo.

En la primer elección con régimen cambiario de libre flotación, la de 2000, el peso tuvo una depreciación de 10.74 por ciento entre el nivel mínimo de primer trimestre y el máximo del segundo trimestre, de acuerdo con Siller.

En la elección presidencial de 2006, la depreciación fue de 10.51 y en la de 2012 de 16.33 por ciento, en ambos casos con la cotización registrada entre el punto mínimo del primer trimestre y el máximo del segundo trimestre.

Este año, el tipo de cambio inició cerca de 19 pesos por dólar y esta semana se sitúa en torno a 18.40 pesos.

“Vemos un mercado tranquilo, respecto de la elección presidencial y que reacciona más a todo lo relacionado con la renegociación del TLCAN que al proceso electoral”, dijo Siller.