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Irene Martínez vive en la localidad de San Juan Volador, ubicada en el municipio de Pajapan en las inmediaciones de la Sierra de Soteapan, se levanta todos los días a las tres de la mañana para alistarse y salir a tiempo de su casa para tomar una lancha, a las seis de la mañana cruza por 15 pesos la Laguna del Ostión y llega a la congregación de Las Barrillas en Coatzacoalcos.

Tiene más de 30 años haciendo lo mismo, como ella, decenas de mujeres campesinas viajan a esta ciudad para vender sus frutas, verduras y legumbres a un costado del mercado Morelos.

“Vendemos aquí siempre, como ahorita hay mango, ciruela, limón, carambola, vendemos fruta de temporada, no vendemos por kilo solo por medida porque no usamos báscula, lo que yo traigo es del terrenito que tenemos, allá sembramos nopales y plátanos” comentó Irene.

“Vendo frijoles, los tomatitos, la jícama, la carambola, todo lo que es la fruta del campo” dijo la señora Aurora Hernández.

Cruzan con hasta siete cubetas, bolsas o cajas, cargando más de 20 kilos, traen a la ciudad alimentos frescos, orgánicos y libres de químicos.

Pero sus ventas son bajas, a veces regresan sin dinero al hogar y cuando bien les va, con 200 pesos.

Lamentan que la gente prefiera comprar en supermercados y no directamente a quienes siembran, cosechan y salen a vender lo que sus manos trabajaron, esto aunado a las inconformidades de otros comerciantes establecidos del mercado Morelos.

“Hay mucha competencia y ya no se vende como antes, hay días en que se vende un poquito y a veces nada y así nos la llevamos, es muy baja la venta en todas las compañeras de aquí”, expresó Aurora Hernández.

“Es pesado, pero si no me muevo, de dónde saco para el pan de cada día, a veces dejamos aquí nuestras cosas, pero a cada rato no nos permiten que dejemos las cosas, se oponen los de adentro, no nos quieren, somos pisoteadas” dijo Irene Martínez.

Así que, si usted busca frutas y verduras frescas recién traídas de los campos veracruzanos, consuma lo que con tanto esfuerzo traen estas mujeres orgullosamente indígenas y trabajadoras.