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EFE

El Tribunal Supremo de Brasil (STF) inició hoy el plazo para que cinco de sus jueces pronuncien sus votos de forma electrónica en un juicio virtual que podría liberar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde el pasado 7 de abril en Curitiba.

El juicio empezó en la madrugada de hoy después de que el instructor del caso, el juez Luiz Edson Fachin, el primero en depositar el voto, expusiera el pedido presentado por la defensa de Lula para que el expresidente pueda dejar la prisión.

Los cuatro ministros restantes, los cuales integran la segunda sala del Supremo, tendrán hasta el próximo 10 de mayo para presentar su decisión de forma electrónica.

Terminado el plazo, el resultado del juicio será publicado, sin que haya una reunión presencial para juzgar el caso.

Según la defensa de Lula, la prisión del exmandatario, decretada por el juez Sergio Moro, no podía llevarse a cabo porque los abogados todavía no habían agotado todos los recursos posibles en el tribunal de segunda instancia que le condenó.

El juez Moro, tras la autorización del Tribunal Regional de Porto Alegre (TRF), decretó al encarcelamiento del expresidente el pasado 5 de abril, pero Lula tan sólo se entregó a las autoridades dos días después.

Horas antes de que Lula entrara en prisión, el magistrado del Supremo Luiz Edson Fachin negó un recurso presentado por la defensa para evitar el encarcelamiento del exmandatario y argumentó que Lula podía cumplir su pena independientemente de los recursos aún pendientes en segunda instancia.

Durante el juicio no presencial iniciado hoy, cinco de los once magistrados de la Suprema Corte deberán decidir si acogen el nuevo recurso de la defensa.

En caso de que la apelación sea aceptada, los jueces determinarán si el decreto de prisión contra Lula tiene fundamento y si el tribunal de segunda instancia se precipitó a autorizar la ejecución de la pena cuando aún había recursos pendientes.

Los magistrados también podrían conceder un habeas corpus en caso de que consideran que hubo irregularidades en el decreto de prisión.

Lula, quien cumple la condena de doce años y un mes de prisión por lavado de dinero y corrupción pasiva, está encarcelado desde el pasado 7 de abril en una celda especial en la sede de la Policía Federal de Curitiba, capital del estado de Paraná.