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La Jornada

El próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador asumió este lunes el compromiso de buscar una mayor estabilidad de las finananzas públicas, el mismo día que los mercados accionario y de cambios locales resintieron fuertes pérdidas.

En 2019, el gobierno federal buscará lograr un superávit primario –ingresos menos gasto antes del pago de deuda– de uno por ciento del producto interno bruto (PIB), nivel superior al 0.8 por ciento comprometido hasta ahora, anticipó Carlos Urzúa, próximo secretario de Hacienda, en una conferencia de prensa vespertina.

El funcionario dijo que el próximo gobierno no apoyará iniciativas, como las presentadas hasta ahora en el Congreso, para dar a la reserva internacional de divisas un uso distinto al previsto en la Constitución y tampoco para desaparecer el sistema de Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), que gestionan los fondos de ahorro de los trabajadores.

Diputados del Partido del Trabajo, que forman parte de la coalición que llevó a López Obrador a ganar la Presidencia, han presentado en la Cámara de Diputados iniciativas para utilizar la reserva de divisas del Banco de México, actualmente en 173 mil 850 millones de dólares, para financiar obras de infraestructura, un fin no previsto en la Constitución para esos activos. También propuesieron, el viernes pasado, una reforma al sistema de pensiones para desaparecer las Afore y que su función sea asumida por una única administradora controlada por el Estado.

En la conferencia de prensa, Urzúa dio a conocer que Gerardo Esquivel, nominado como subsecretario de Hacienda, será propuesto por el gobierno de López Obrador para ser uno de los subgobernadores del Banco de México y ocupar la posición que dejará Roberto del Cueto, quien anunció hace unos días su retiro anticipado por motivos de salud, a partir del 30 de noviembre.