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Reforma/Benito Jiménez

Peritos de la Fiscalía General de la República trabajan en la zona donde ayer explotó un ducto de Pemex por una toma clandestina que se salió del control de los huachicoleros.

El personal especializado, labora en la localización de fragmentos humanos esparcidos donde se originó el incendio.

Los peritos son apoyados por agentes de la División Científica de la Policía Federal para identificar los perfiles genéticos de los fallecidos.

De manera oficial se ha dado a conocer la cifra de 66 muertos por la explosión del ducto en la Colonia San Primitivo.

«Los cuerpos que ya fueron identificados son colocados en las bolsas forenses, existen restos de cuerpos que no están completos, también cuerpos que no se ha logrado su identificación por el grado de calcinación», indicó un elemento federal.

Añadió que en estos casos la identificación se logra con extracción del ADN mediante métodos odontológicos.

«Fueron expuestos a altas temperaturas, algunos cuerpos están prácticamente carbonizados», expuso un perito a sus superiores.

Los trabajos de reconocimiento y levantamiento de cadáveres se lleva a cabo ante la presencia de algunos familiares que buscan a sus parientes.

Los pobladores observan los trabajos forenses desde unos 50 metros de distancia, entre lágrimas de algunos de ellos.

«Mi Pablito, mi Pablito», gritó una señora, inconsolable.

La Secretaría de Marina relevó al Ejército en las tareas de seguridad en torno a la «zona cero».

Los cuerpos ya identificados serán entregados a sus familiares, tras la autopsia de ley.

Foto de Edgar Medel,