«El empresario de EU, Dennis Hope, registró a su nombre el único satélite terrestre y a todos los planetas del sistema solar desde 1980. El Tratado de Espacio Exterior, de la ONU, estableció que ningún país podría apropiarse de un planeta o de una estrella. pero como no hace referencia las personas, Hope aprovechó ese vacío legal y pidió que se le adjudicara la luna como propiedad. Aprobada la insólita solicitud en 1980, Hope presentó una declaración de posesión de los planetas con sus respectivas lunas ante la ONU y el gobierno de EU. Dividió a la luna e inició su venta, y en la actualidad comercializa mil 500 terrenos diarios de media hectárea en el satélite terrestre, Mercurio, Marte y Venus. Le ha vendido terrenos lunares a 6 millones de personas en 80 países y a más de 1 mil 300 corporaciones, y ha obtenido ganancias por 120 millones de dólares». Parece de ciencia ficción, pero eso publica como realidad la Revista «Políticos al Desnudo» de Angel Alvaro Peña.