*Cruzada Democrática Nacional coadyuvará en la emisión de un sufragio digno y en libertad en la venidera elección P

Para nadie es un secreto que en dos vertientes trascurre la diaria existencia de cada persona. El destino, como una fuerza desconocida de la que se cree que actúa de forma inevitable sobre las personas y los acontecimientos, aunque podríamos agregar de igual manera que es el desarrollo de los acontecimientos que se consideran irremediables y no se pueden cambiar. Y el libre albedrío, como la habilidad que tiene cada individuo para tomar sus propias decisiones. Hoy más que nunca, ante los acontecimientos sociales, cívicos y políticos que se avecinan; y que podrían influir en el cambio de las condiciones en que la mayoría de los mexicanos soportamos; hay la pretensión de algunos avezados estudiosos, de incitar al cambio para que todo siga igual.
De igual manera hay otro tipo de individuos que pretenden el cambio: quítate tú, para ponerme yo. Y lo que la mayoría pretende -pero que se avizora como una proeza-, quitar a la gente que gobierna este país que cuenta con el apoyo de las “fuerzas del orden”; para que sean los pobres, honestos, inteligentes y humildes los que lleven las riendas del país y que las condiciones de vida sean equitativas e iguales en justicia, privilegios y responsabilidades. Por supuesto que muchos estarán de acuerdo que las dos cuestiones dicotómicas se han dado en nuestra vida.
En principio, en nada intervino uno para llegar al mundo material en la familia a la que hoy somos parte, ni en qué país, ni las condiciones sociales, políticas, culturales, religiosas y materiales de tal fin; creemos que existe un Plan Divino que un Ser Superior conoce y que nos llega en pequeñas dosis, para llevarnos a una meta final incierta y desconocida en tiempo y espacio.
Por supuesto que a ese respecto vamos siguiendo un plan determinado con confianza dejando fluir y luego accionando hacia la creación de un mundo que ya, por sí mismo, se encamina hacia una nueva dimensión. De igual manera crear en todos los niveles del pensamiento, la palabra y la acción de este singular hecho. Y así tener este fruto de la creación, buscando quizá influir en la cosecha. Hasta ahora sólo tenemos conceptos y queremos llevar esto al mundo práctico.
¿Cómo hacer para crear y fluir al mismo tiempo? La respuesta de ir contra ese destino que nos tocó vivir, es una alternativa, un buen punto de partida es el estudio de las señales que el mismo medio nos dará. Son signos que nos indican qué camino tomar; es como cuando llegamos a un cruce y seguimos el cartel indicador. Pero lo cierto es que los carteles indicadores o están borrosos o no los entendemos o se nos olvidaron los lentes. Le pedimos al Universo o a nuestros ángeles personales que nos indiquen cuál es el mejor camino para esta situación. Entrenamos nuestros órganos perceptivos para entender la llegada de esas señales.
Éstas podrán provenir de personas que nos alcanzan una respuesta, o de un cartel publicitario, o una noticia en el diario, o del resultado de abrir un libro al “azar”, esto último quizá sea el mayor auxiliar para el siguiente paso en nuestra existencia. Si atendimos correctamente la señal, haremos el camino más fácil. La intuición es una buena fuente para obtener señales que a veces se manifiesta como una presión en algún lugar del cuerpo, o como una sensación de certeza inexplicable. El cuerpo es otra fuente que manifiesta el orden de la naturaleza. Por ejemplo: tener un compromiso muy importante pero al sentirse desganado no lo cumple. Sigo a mi cuerpo y descanso, para qué forzar las cosas.
Es necesario entrenarse en el uso de las señales ya que se pueden mezclar con condicionamientos mentales. Por ejemplo: hace meses que no trabajo y justo el día de la entrevista me ocurre un hecho inesperado y no puedo asistir. El Universo me dice que ese trabajo no es para mí, o estoy bloqueando el camino de la prosperidad. Para descubrir qué ocurre realmente debo ser totalmente honesto conmigo y ver si este patrón ya se ha repetido anteriormente y decidirme a vencerlo de una vez. Así es, como en base a la utilización de signos y señales, accionamos y creamos en sincronización con nuestro espíritu divino.
Que hubiese sido de muchos ciudadanos de raza negra si hubiesen aceptado el indigno destino de ser esclavos en un país, donde la mayoría es emigrante, y muchos vivales implementaron tal falacia. Por supuesto que ese destino pudo cambiar en base al libre albedrío. Hoy cada individuo tiene en México la posibilidad de cambiar este oscuro destino que unos pocos, han construido para muchos. Este siete de junio se verá la capacidad actual del mexicano, si refrenda su apoyo a los culpables del caos y hecatombe que las mayorías sufrimos o tendrán el valor y la decisión de utilizar su libre albedrío que alterará el rumbo de un país que merece mejor destino. ¡Estamos! alodi_13@nullhotmail.com