La Cancillería alemana decidió comenzar a investigar el pasado nazi de algunos de sus primeros funcionarios tras la Segunda Guerra Mundial, poniendo así fin a años de resistencia contra un estudio oficial del tema.
Así lo afirmó ayer el semanario Der Spiegel, según el cual el trabajo se llevará a cabo de forma “discreta” en un “programa de investigación formado por varias carteras” y liderado por la secretaria de Cultura del Gobierno de Angela Merkel, Monika Grütters.
El grupo intentará esclarecer el papel de funcionarios que, pese a su implicación en el Nazismo, resultaron clave en los inicios de la República Federal Alemana fundada en 1949.
La revista menciona entre los muchos casos el de Hans Globke, que fue de 1953 a 1963 el influyente ministro de la Cancillería (algo así como jefe de gabinete) del Gobierno de Konrad Adenauer pese a haber redactado un comentario sobre las leyes racistas del Nazismo en 1936.
“Sobre todo para los ciudadanos de la antigua RDA (la Alemania comunista), Globke fue un símbolo de la continuidad del Nazismo en la República Federal de Alemania”, comentó el historiador Wolfgang Benz al diario Die Welt.
Con Globke, añadió el director del Centro Berlinés de Investigación sobre Antisemitismo, “se situó a un cómplice de la política racial del Nazismo en un importante puesto de la posguerra”.
Según Der Spiegel, actualmente hay 11 comisiones de historiadores que investigan la supervivencia de elementos nazis en ministerios y otras instituciones de la Alemania de posguerra.
Diversos historiadores e institutos de investigación reclamaron recientemente aclarar la situación a un nivel superior, redactando por ejemplo una biografía colectiva de los todos los ministros de la Cancillería. Según la revista, el Gobierno de Merkel está dispuesto a dar ese paso.