Hitler pensaba que Berlín era una ciudad decadente, por lo que ideó la construcción de una nueva capital sobre el plano de la primera. El proyecto de creación de esta nueva urbe fue liderado por Albert Speer, arquitecto oficial del régimen nazi. Bautizada con el nombre de Welthauptstadt Germania (Germania capital mundial), esta nueva metrópoli empequeñecería al resto de urbes del mundo. Sus edificios más importantes se iban a construir a ambos lados de un gran bulevar de cinco kilómetros que atravesaría la ciudad de norte a sur y estaría presidido por un gran Arco del Triunfo.
Al final de esta vía se levantaría el Foro del Pueblo, una descomunal construcción de más de 200 metros de altitud coronada por una cúpula de grandes dimensiones (se calcula que sería 16 veces más grande que la de San Pedro en el Vaticano).
De todo este proyecto Speer sólo pudo finalizar algunos de los edificios, como el Estadio Olímpico, sede de los Juegos de 1936, la Cancillería del Reich y el aeropuerto de Tempelhof. El estallido de la II Guerra Mundial paralizó definitivamente las obras.
