• Trabaja en el Ayuntamiento desde hace 26 años, de los que dedicó cinco a la restauración de documentos desde el siglo XVIII
Documentos que retratan los orígenes de Xalapa pasaron por sus manos. “Si lo volvieran a hacer, yo regresaría gustosa”, expresa Anastacia Oliva Martínez Gómez, quien trabaja en el Ayuntamiento desde hace 26 años, de los que dedicó cinco al rescate del Archivo Histórico.
Xalapeña de nacimiento, madre de dos varones y dos mujeres y abuela de una pequeña, Anastacia asegura que aquella fue la mejor experiencia laboral. “Es un trabajo muy interesante. Aprende uno bastante de la historia de la ciudad, cosas que nadie se imagina”.
Recuerda que durante su administración (1988-1991) el maestro Guillermo Zúñiga Martínez lo rescató del abandono en que se encontraba. Entonces el Archivo Histórico de Xalapa estaba en las bodegas del panteón Palo Verde, en circunstancias muy adversas.
“Para entrar tuvimos que empujar cajas y cajas y cajas. Comenzamos a clasificar todo el material. Ahí encontramos los libros originales de la fundación del Ayuntamiento en 1794 hasta los de 1867, la primer Acta de Cabildo, del mismo año, junto con la Cédula Real y el nombramiento de Xalapa como villa”.
Posteriormente, en la calle Francisco Javier Clavijero, inició la limpieza de esos libros a cargo de solamente tres personas. Entre otras tareas, Anastacia elaboró las listas de toda la correspondencia y rescató las actas de cabildo.
Luego, ya en un taller instalado, fue restauradora y encuadernadora. La limpieza del acervo histórico se llevó a cabo con técnicas especiales: primero, sumergir los documentos en líquido para imprimir fotografías, para fijar la tinta al papel; después, en agua, un polvo especial y papel secante. Hoja por hoja hasta volver a encuadernar, empastar y grabar. Era un trabajo artesanal: un libro de 1806 lo empezó a limpiar el 2 de enero y lo terminó en junio.
Entre los documentos también se encuentran cartas que enviaba el Virrey de la Nueva España para que arreglaran los caminos por los que iba a pasar y le buscaran hospedaje en su paso hacia la Villa Rica de la Vera Cruz.
Después de esta experiencia, Anastacia sirvió en el Consejo Municipal de la Juventud, en la Dirección de Arte y Cultura, en la Coordinación de Comunicación Social, en Relaciones Públicas, en la Unidad de Fomento al Empleo, en la Dirección de Comercio, en la Regiduría X, y actualmente, en la VIII.
Pero considera que el ciclo se va cerrando: “Tal vez pronto me retire, sí. A lo largo de estos 26 años, en todas las áreas he encontrado gente buena que me ha enseñado a trabajar, jefes y compañeros buenos a quienes les agradezco todo. Tengo un buen recuerdo de todos los alcaldes que he conocido. En el Ayuntamiento, si uno trabaja como debe ser, siempre lo van a apoyar”.