El Museo del Prado ha logrado reunir más del 75 por ciento de la producción conservada de El Bosco para la gran exposición dedicada al maestro holandés con motivo del quinto centenario de su muerte, que a partir de mañana mostrará al público su mundo onírico y cargado de misterio.
Los reyes de España, acompañados de la princesa Beatriz de Holanda, fueron los encargados de inaugurar hoy oficialmente una muestra compuesta por las 6 obras que posee el Prado, dos cedidas por Patrimonio Nacional y la Fundación Lázaro Galdiano y otras llegadas de Berlín, Boston, Filadelfia, Lisboa, Londres, Nueva York, París, Rotterdam, Venecia, Viena o Washington.
En total 21 pinturas y ocho dibujos originales del pintor holandés, pero también grabados, relieves, miniaturas y obras de otros autores que ayudan a comprender la época en la que vivió Jheronimus van Aken (1450-1516), uno de los pintores más influyentes del Renacimiento.
Una muestra en la que El Prado llevaba veinte años trabajando y que ha estructurado en siete secciones, la primera de ellas dedicada a ‘s-Hertogenbosch (Bois-le-Duc), la ciudad al norte del ducado de Brabante, en la actual Holanda, en la que nació el artista.
Las otras secciones son: Infancia y vida pública de Cristo, Los santos, Del Paraíso al Infierno, El jardín de las delicias, El mundo y el hombre: Pecados Capitales y obras profanas, y La Pasión de Cristo.
La estrella de la exposición es “El jardín de las Delicias”, posiblemente el tríptico más conocido de El Bosco, propiedad del Prado, y que se presenta en todo su esplendor, porque además ahora también se puede apreciar su parte posterior.
Junto a ella se exponen la reflectografía infrarroja y la radiografía de la obra para que los visitantes puedan apreciar los cambios que el artista realizó desde que inició el dibujo hasta que concluyó el cuadro.
Ante esa tabla posaron hoy los reyes españoles y la princesa de Holanda, así como ante “La Adoración de los Magos”, otro tríptico que se puede ver por vez primera tras una completa restauración abordada expresamente para la muestra.
En torno a él se exponen las Adoraciones de los Magos de Nueva York y Filadelfia y el dibujo de las Bodas de Caná del Museo Louvre, obra de un seguidor.
Los trípticos han sido colocados de manera que pueden contemplarse por detrás, algo que hasta ahora no era posible y que constituye una de las muchas novedades de interés de una exposición presentada como un acontecimiento cultural de primera magnitud.
La sección más numerosa es la dedicada a los santos y tiene como protagonista al tríptico de “Las tentaciones de San Antonio Abad”, procedente del Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa y que por vez primera se puede contemplar en Madrid.
Por ello estuvo presente en la inauguración el ministro de Cultura de Portugal, Luis Filipie de Castro, junto a su homólogo español, Iñigo Méndez de Vigo, y la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.
Otra de las obras emblemáticas de El Bosco es el tríptico “Carro de heno”, que se puede ver junto a obras procedentes de Brujas (Bélgica) y Viena centradas en el paraíso y el infierno.
La “Mesa de los pecados capitales” y las obras relativas a la pasión de Cristo son el centro de las otras dos secciones que completan una muestra que permanecerá abierta hasta el 11 de septiembre.
Una exposición que se verá complementada con un amplio programa de actividades que incluye la proyección del documental “El Bosco y su influencia en el cine”, una serie de conciertos bajo el título “Ut pictura musica” con piezas que sirvieron de inspiración al artista o diversas conferencias sobre la figura de El Bosco, la restauración de sus obras o el contexto social de su época.