El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, defendió en París su plan para combatir el acoso sexual mediante un silbato de alerta, una iniciativa que ha despertado el interés de la capital francesa pero que ha recibido críticas en la megalópolis mexicana.
“Es un tema que tiene que ir permeando en la sociedad, tiene que irse conociendo. Forma parte de toda una estrategia integral (…) que ha sido implementada en diversas ciudades”, comentó Mancera en una entrevista con Efe durante una visita de tres días a París.
Tras unas primeras “reacciones complicadas”, el jefe del gobierno capitalino se mostró confiado en que la ciudadanía vaya abrazando progresivamente esa iniciativa, como ocurrió con la propuesta de “incremento del salario mínimo” o cuando arrancó el programa “El Médico en tu Casa”.
“Poco a poco se van conociendo las bondades de estas tareas”, agregó Mancera, quien subrayó que “las propias organizaciones feministas son las que ahora están apoyando la medida”.
Los críticos de la medida señalan que la iniciativa es insuficiente, aseguran que ante una situación de acoso producir ruido no ayudaría a proteger a la víctima y recriminan que deja en ésta y la ciudadanía la responsabilidad de defenderse contra el hostigamiento.
El silbato de alerta fue uno de los temas que el jefe de gobierno de la Ciudad de México abordó ayer durante una reunión con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien declaró su interés en inspirarse en esa iniciativa.
La cita entre ambos alcaldes sirvió también para tratar sobre medio ambiente, con la transición energética como gran punto de acción común.
“Me platicó acerca de su estrategia de eliminar el uso del diesel y eso lo pusimos en un contexto global: las grandes ciudades deben transformar el uso de sus combustibles. Uno de ellos va evidentemente enfocado al uso del transporte público, pero eso no quiere decir que solo te concentres ahí”, declaró Marcera.
El político mexicano, de 50 años, recordó que la alcaldía que gobierna está “cambiando al gas natural como fuente de energía para varias de las tareas, pero también buscando la utilización de la energía hidroeléctrica y la eólica como fuente de abastecimiento de la ciudad, es decir, eliminando el uso de los combustibles fósiles”.
Es esfuerzo por “descarbonizar” las ciudades está directamente relacionado con la lucha contra el cambio climático, cuyos efectos se pueden percibir tanto en París como en la Ciudad de México, señaló Mancera.
“El tema del momento es el medio ambiente. El Roland Garros nunca se había suspendido tanto como ahora por estas lluvias. Se vuelve un tema recurrente. Esto mismo que pasa a París a nosotros nos está pasando con el calor. Son climas inusuales. Son lluvias atípicas que después se van a volver típicas”, comentó a propósito de un torneo de tenis muy perturbado este año por las precipitaciones.
Mancera también se reunió en París con el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Ángel Gurría, con quien firmó un convenio “para evaluar, preparar un diagnóstico y para capacitación y realización de foros conjuntos” en materia de lucha contra la corrupción, que complementa el sistema de anticorrupción nacional.
“México será pionera en tareas (…) para que la ciudadanía conozca cómo se contrata, cómo se usa el dinero público, y que pueda ver en tiempo real cómo va cada uno de los diferentes contratos en todas las áreas de la administración pública”, dijo.
Un día antes de terminar su visita a París, Mancera afirmó que siempre que viaja a la capital francesa toma “nota de muchas cosas” interesantes que luego comparte su ciudad, como el cierre al tráfico de algunas calles para convertirlas en vías peatonales.
“La ciudad de París tiene una gran ventaja, que es el trazo de la ciudad, la compactación de la ciudad. México trabajó, desde mi punto de vista, de una manera no afortunada, en la expansión de la ciudad. ¿Qué tenemos que hacer ahora? Lograr que se compacte, que la gente que se fue a vivir a las afueras, a dos horas del centro, regrese a la ciudad”, dijo.
Mancera defendió para la capital mexicana el modelo de ciudad vertical, concéntrica y compacta, una estructura que mejora la eficiencia energética y ahorra “viajes innecesarios” a quienes tienen que desplazarse de las afueras al centro para trabajar.
“Es calidad de vida”, concluyó.