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Crónica del Poder

A través del Programa de Inclusión Laboral, el Centro de Rehabilitación e Inclusión Social del Estado de Veracruz (CREEVER) impulsa la capacitación de personas con discapacidad para fomentar en ellos no sólo el autoempleo, también la inclusión integral en su entorno.

Para René Huerta Barrios, originario del municipio sureño de Minatitlán, el CREEVER le cambió la vida. Ingeniero de profesión, relató que le fue muy difícil estudiar y después buscar un buen trabajo por su condición física provocada por la discapacidad.

“Mi problema es neurológico, a raíz de un derrame cerebral provocado cuando nací, ya que no respiré en ese momento”. René tiene una pequeña deficiencia en su mano y pierna derecha, es joven de 33 años, muy sociable y refleja las ganas que tiene de salir adelante.

“Llego al CREEVER por la necesidad de recibir terapia, después para ver si podía trabajar, fui a tocar la puerta al Departamento de Inclusión Laboral, y de ahí me canalizaron a diversas áreas donde recibí terapias para después enseñarme las posibles ofertas de trabajo”, explicó el joven beneficiario.

Hace cuatro años tuvo su primera oportunidad en un expendio de semillas, donde empezó de auxiliar, encargado de control de calidad, facturación y hoy como jefe de mantenimiento de edificio en un negocio llamado Molino Doña Petra. “Mi discapacidad no es un impedimento, tengo secuelas de mi padecimiento, pero he aprendido a vivir con ella”.

Desde el inicio de la presente administración el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) trabaja para convertirse en un referente de políticas públicas de inclusión social y otorgar una mejor calidad de vida.

Con el Departamento de Inclusión Laboral estas acciones contribuyen para que casos como el de René sean contemplados en la bolsa de trabajo, y resulten una oportunidad de desarrollo personal y profesional.

Desde el CREEVER, el DIF estatal apuesta para que cualquier persona con discapacidad tenga un ambiente inclusivo, accesible y de derechos, en el que logra participar, desarrollarse y crecer. El Centro, a seis años de su apertura, sigue trabajando con el ejemplo e impone espacios de productividad, ya que este sector tiene un gran sentido de responsabilidad y perseverancia.