Cerca de siete meses son los que Jesús Antonio Pérez Eguán demoró en pintar los murales que engalanan la nueva sede de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, siendo el número 250 en su larga trayectoria de pintor, sin embargo, éste tiene algo especial, pues representa una forma de agradecimiento a Dios tras haber estado en estado de coma durante siete días hace algún tiempo.
“Todo conforma un área de 160 metros cuadrados, ya incluyendo el perfil de arriba que está dedicado al Pentecostés, o sea, el mural es del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y el Pentecostés, que es el Espíritu Santo, en todo me llevé un periodo de entre siete y ocho meses, con una pausa de tres meses, ahorita llevo 15 días aquí”, comentó el pintor.
Al día, ‘Eguán’, como es conocido, pasa hasta diez horas pintando a una altura de 11 metros, mientras que son otras seis horas más las que está frente a la computadora checando las fotografías que toma a los avances en el mural, pues así se da cuenta si hay detalles que corregir.
“Se requiere mucha información basada en los principios bíblicos, todo tiene una relación y continuidad, el mural se basa en 15 pasajes del Antiguo Testamento y en 15 del Nuevo Testamento… la intención es que la gente al verlo esté en actitud de oración hacia el Espíritu Santo, que es la parte más alta del templo”, expresó Pérez Eguán al comentar que hasta antes del jueves terminará el mural del Pentecostés.
El concepto es el mural, hecho en acrílico al temple de huevo en una pared de yeso, en los que empleó al menos seis galones de galones por cada uno de los cinco colores, además de seis cubetas de color blanco y selladores, así como 38 brochas y cientos de claras de huevo para proporcionar una superficie brillante.
“No descanso ni sábado ni domingo, si lo hago pierdo la continuidad, podría decir que es mi obra número 250, perdí la cuenta a partir de la 238…en el templo ha sido el más grande que he hecho, el costo integrado es de 650 mil pesos, pero para mí el cobro no significa nada, lo que representa para mí es el compromiso de fe, porque estuve en coma siete días y cuando volví a la vida me hice el compromiso para hacer una acción de agradecimiento, sólo pedí que se solventaran los gastos de elaboración y para sostener a mi familia”, puntualizó ‘Eguán’, quien calificó este mural como un agradecimiento hacia Dios por permitirle regresar a la vida, cuando prácticamente fue desahuciado.
