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Crónica del Poder

Cuando llega a nuestro territorio alguien que no conocemos, y no sabemos si llega a quitarnos algo o viene a decir cosas que no nos van a gustar, eso sí da miedo, expresó la poeta, traductora y narradora María Baranda, en la presentación del libro Temible monstruo, en la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC).

 

“En los trabajos, a veces llega alguien y los otros lo voltean a ver feo, o en las escuelas, cuando llega el niño nuevo, le hacen unas caras muy feas porque da miedo. Ese fue el miedo que yo quise trabajar”, explicó la autora sobre el texto coeditado por El Naranjo y la Secretaría de Cultura. Su obra literaria dedicada a pequeños y jóvenes lectores, ha merecido el Premio Barco de Vapor 2003 e ingresar a la Lista de Honor de la International Board on Books for Young People, en 2008.

 

“A mí no me interesaba tanto que fuera un monstruo horrible, enorme, porque estoy hablando del miedo que traemos dentro, y ese miedo es tan grande, insoportable y tan feo, que no hay imagen que lo pueda representar”.

 

En el marco del 25º aniversario de la colección A la orilla del viento, del Fondo de Cultura Económica, niños con edades de tres a 11 años y sus padres, se dieron cita para conocer otra de las obras de Baranda, La enorme nada.

 

Acompañados por Antonio Bonilla, público y autora interactuaron animadamente, reflexionando qué es lo que ocurre cuando no se hace nada, cuando no pasa nada. “A veces uno está muy aburrido. Hay tardes en que se está en casa solo, y está la enorme nada”, comentó la autora del texto ilustrado por Maite Gurrutxaga.

 

Otra de las publicaciones que se presentaron fue El reloj de Tompion, coautoría de Jorge Brash y Rafael Bullé-Goyri. “Las direcciones de la novela, casi siempre las puso Rafael, yo lo que hice fue pararme, ver el paisaje, comentarlo, observar y reflexionar las acciones”, explicó Brash sobre el proceso de escritura a cuatro manos de esta novela, coeditada por el IVEC y la Secretaría de Cultura.

 

La editora Nina Crangle, quien moderó la presentación, compartió con el público que la trama, de una sencillez engañosa, habla de un relojero falsificador y maniaco de la limpieza, cuya obsesión mayor es poseer uno de los 600 relojes de pared fabricado por uno de los relojeros más célebres del siglo XVII, el londinense Thomas Tompion.