Lugar:
Fuente:
Excélsior

Una vez calmada la euforia por la fallida restauración del Ecce Homo hecha por Cecilia Giménez Zueco, aficionada a la pintura, en la ciudad de Borja, España, el compositor Paul Fowler y el libretista Andrew Flack han creado una ópera cómica para demostrar dos cosas: que una tragedia contemporánea puede transformarse en una inesperada forma de atraer turismo y que nuestro tiempo está lleno de buenas historias para nutrir el repertorio de la ópera contemporánea.

La reflexión corresponde a Andrew Flack, quien cuenta a Excélsior cómo nació “esta historia triste y divertida, profunda y superficial, que guarda muchas capas de emoción porque conserva sus tintes tragicómicos y absurdos, donde internet jugó un papel importante al servicio de la ópera”. Esta obra, será parcialmente estrenada el próximo 20 de agosto en la plaza del Santuario de la Misericordia, de Borja, frente a la capilla donde transcurre esta historia, para celebrar el cuarto aniversario del incidente original.

Serán 45 minutos donde se realizará una lectura dramatizada de esta ópera, bajo la batuta de Esmeralda Jiménez Ferrández, para presentar a los personajes principales de la ópera, en compañía del coro local “Vientos del Pueblo”.

¿Cómo nació esta historia? El propio Andrew Flack lo cuenta: “¿Quién podría decir si un hecho sucede para bien o para mal?, ¿es acaso una bendición o una maldición? Porque el milagro de una persona podría ser el desastre de otra. Recordemos que esta historia comenzó con un poco de yeso húmedo y mohoso.

Era agosto de 2012. Entonces Andrew Flack estaba en su casa de Denver, Colorado, cuando vio la noticia en internet: una mujer de 80 años, llamada Cecilia Giménez, se impuso la tarea de retocar un fresco deteriorado con la imagen de Jesús. Pero el resultado… fue un desastre.

Comedia de actualidad

Bajo la idea de que nuestro tiempo está lleno de buenas historias para nutrir el repertorio de la ópera contemporánea, el compositor Paul Fowler y el libretista Andrew Flack crearon una ópera cómica a partir de la fallida restauración.

 “El fresco fue pintado en 1930 por el artista Elías García Martínez, quien sólo dedicó dos horas para terminarlo. Sin embargo el artista olvidó preparar aquel yeso y, luego de ochenta años y mucha humedad… la pintura quedó reducida a una masa húmeda y desmigajada. Entonces, si somos fieles a los hechos… antes de que Cecilia comenzara la restauración apenas quedaba fresco”, comenta el libretista Andrew Flack con cierta ironía.

Aquella noticia se propagó como dinamita y cayó sobre el rostro de una mujer cuya misión bienintencionada había salido mal. “Así que al siguiente día le llamé a mi amigo, el compositor Paul Fowler, quien hacía mucho me había pedido un libreto para una ópera cómica y le dije:

“Ésta es mi idea: ‘Mujer arruina fresco sin valor… y salva a un pueblo’. Una vez terminada la obra, la llevamos al pequeño pueblo de Borja, donde transcurre la historia. Entonces Paul rió y me dijo: “Vale, hagámoslo”.

Un año después, Flack confirmó sus sospechas: “Aquella historia de Cecilia y el incidente del Ecce Homo se convirtió en un fenómeno inesperado y 12 meses después la prensa reportó más 100 mil visitantes desde los siete continentes a este pequeño pueblo para ver aquel fresco. Mientras tanto, la iglesia recaudó 150 mil euros para obras de caridad, la capacidad hotelera fue rebasada y los restaurantes ya no se dieron abasto. Y así nació la historia de una mujer que arruinó un fresco sin valor… para salva a su pueblo”.

De origen viral

La primera pregunta es inevitable. ¿Por qué crear una ópera a partir de un hecho que se viralizó en internet? “Porque en esta historia se cruzan grandes temas operáticos, como la fe y el amor, el honor y el perdón, hasta provocar una historia surreal y sublime”, asegura Flack.

Dicha obra se divide en dos actos, detalla, aderezado de una ambientación contemporánea y un argumento impregnado de humor y una música hermosa. “Además, trabajamos el libreto en idioma inglés y español, porque estamos convencidos de que tiene la suficiente fuerza para atraer público de todo el mundo”.

De esta ópera, que llevará por título Ecce Homo y Behold the Man, se estrenarán algunos fragmentos, el sábado 20 de agosto, en la plaza del Santuario de Misericordia, frente a la capilla donde transcurre esta historia.

“Así que serán 45 minutos de material, bajo la batuta de Esmeralda Jiménez Ferrández, que servirán para presentar a los personajes principales de la ópera así como al coro local Vientos del Pueblo.

Sin embargo, Flack adelanta que será hasta agosto de 2017 cuando se realice el estreno mundial de esta ópera, con montaje y escenografía, en esta misma ciudad, mientras buscan fondos y promueven su estreno en otras ciudades de Europa y de América Latina.

¿Cómo definiría esta obra? “Se trata de una ópera cómica, apoyada en la ficción, creada por un autor y un compositor que encontraron el poder universal de esta historia, para demostrar que en nuestros días existen temas que pueden tocar el corazón de las personas; es un cuento de hadas con un atractivo teatral, una historia que representa nuestras luchas y tribulaciones, del día a día, en el absurdo cotidiano en tiempos de Internet. Y al mismo tiempo es un mensaje inspirador para estos tiempos oscuros y peligrosos”.

¿Qué licencias se ha tomado para contar esta historia? “Bueno, la obra está basada en una historia que se convirtió en realidad, porque historia y ópera siempre han estado entrelazadas, desarrollándose juntas, en tiempo real, en dos partes distintas del mundo. Digamos que es un entretenimiento musical que se aproxima a la realidad bajo una amplia licencia artística”.

La ópera, que es protagonizada por Cecilia, está segmentada en siete partes: “Es la fe que guía mi pincel”, donde Cecilia revive el sueño donde una deidad le pide que restaure el fresco; “Mi pequeño hotel”, donde el mismo personaje invierte una suma en la adquisición de un pequeño hotel, el cual quiebra poco después a causa de la crisis financiera en España; Los sombreros de Martínez, interpretada como zarzuela, donde aparece el fantasma del pintor Elías García Martínez.

Y cierra con: Affluenza!, un homenaje a G. F. Händel; Ven Getcho Ecce, con la imagen fallida del Ecce HomoHermoso cisne y Dios la eligió.