El Tribunal Supremo israelí expropió una colección de manuscritos de Franz Kafka a una familia israelí, determinado que deben transferirse a la Biblioteca Nacional del país.
El tribunal determinó que el centro es «el destino preferido» para el lote de obras sin publicar de Kafka, indicó este martes la Biblioteca Nacional en un comunicado.
El público general podrá acceder a los manuscritos.
La decisión, que se tomó el lunes, pone fin a una saga judicial kafkiana que se prolongó durante años.
Dos tribunales menores habían tomado la misma decisión antes.
Eva Hoffe recibió los manuscritos y otras obras de su madre, la secretaria del confidente de Kafka Max Brod, que conservó y publicó las obras de Kafka tras la muerte del autor.
La familia alegaba que eran los legítimos poseedores de los manuscritos.