Una hembra de jaguar con sus dos cachorros están en riesgo de ser sacrificados debido a que han hecho de su territorio de caza parte de una zona habitada de Zongolica, matando algunos borregos.
“Es importante resaltar que en la sierra de Zongolica aún quedan tres importantes fragmentos de bosque que superan las mil hectáreas, uno se encuentra en la zona de Texhuacan, otro en San Andrés Tenejapan y otro, por lo grande que es, abarca territorio de cinco municipios: Tezonapa, Omealca, Coetzala, Cuichapa y Zongolica, este macizo boscoso es el que hospeda a los jaguares, especie en peligro de extinción”, explicó el biólogo Miguel Ángel de la Torre Loranca.
Desde hace más de diez años, comentó, se tiene registro de tres jaguares que han sido cazados. Uno de ellos hace ocho años, el cráneo está depositado en la colección científica del Instituto Tecnológico de Zongolica (ITSZ); el segundo jaguar que fue cazado en el mes de marzo del presente año y no se pudo recuperar ni el cuerpo ni el cráneo, sólo se tienen fotografías que subieron a las redes sociales, y el tercero fue cazado y tirado a un sótano y no se pudo recuperar el ejemplar; sin embargo, avistamientos recientes de los pobladores dan cuenta de de una hembra y dos cachorros que andan en la sierra de Tlacuiloltecatl.
“Obviamente, la frontera agrícola y pecuaria ha crecido y se ha pegado cada vez más a la montaña y ha causado conflictos porque los jaguares han cazado a los borregos. No hay que olvidar que el jaguar es un especialista en alimentarse de jabalíes y la sierra de Tlacuiloltécatl y la zona de Tenejapan todavía alberga poblaciones sanas de jabalíes y esto es lo que viene cazando esta especie en peligro de extinción”, mencionó.
De la Torre Loranca comentó que no se puede pensar en atrapar a los jaguares y levarlos a una zona más alejada porque ese sigue siendo el hábitat del jaguar y si traslocan a uno llegarán más ejemplares y lo que se debe considerar es que estos felinos tienen un rango de caza de 20 a 90 kilómetros cuadrados, entonces la sierra será siempre zona de paso o de caza para ellos.
Teniendo esto en consideración, apuntó, lo más recomendable es poner una estación de monitoreo permanente y atrapar a los jaguares para ponerles corrales con radiotransmisores para ver en dónde están.
“En otras regiones del país, como Chiapas y Oaxaca hay programas de compensación, donde el jaguar caza a algún animal de crianza y el gobierno paga los daños que causa, todo ello con el propósito de que la gente empiece a convivir con estos grandes felinos”, destacó.
El biólogo comentó que lamentablemente la gente lleva a pastar a sus borregos a zonas de bosque y es prácticamente como llevarles de comer.