Arqueólogos en Bulgaria han descubierto la tumba de un «vampiro» del siglo XIII. El esqueleto fue hallado con una estaca de metal clavada en el pecho, justo donde habría estado su corazón. La pierna izquierda, por debajo de la rodilla, también fue retirada y colocada junto al cuerpo. Un claro intento por evitar que el cadáver resucitara de entre los muertos y tormentara a los vivos.
El Prof. Nikolai Ovcharov, quien lideró la excavación, halló los restos en el sitio arqueológico de Perperikon, una antigua ciudad tracia cerca de la frontera entre Bulgaria y Grecia. El esqueleto, de 700 años de antigüedad, perteneció a un hombre de entre 40 y 50 años. La estaca de hierro, que era utiliza en el arado, pesa cerca de un kilogramo.
«No cabe duda de que se trata de un ritual anti-vampiro», declaró Ovcharov. Hasta hace un siglo, la creencia en los vampiros era popular entre los pueblos de los Balcanes. Las personas con malformaciones, apariencias horribles, que murmuraban a sí mismos o habían muerto en circunstancias extrañas, como el suicidio, eran consideradas una amenaza. Clavarles una estaca era un modo de asegur que permanecieran en su tumba.
El descubrimiento no es el único de su tipo. En 2012 y 2013, se encontraron dos restos similares que recibieron el nombre de «los vampiros gemelos de Sozopol», haciendo referencia al puerto búlgaro donde fueron sepultados. En total, cerca de 100 «vampiros» han sido hallados en el país. (¿Han encontrado la tumba de Drácula?)
Debido a la gran atención mediática que recibió el esqueleto recién descubierto, las autoridades lo trasladaron al Museo de Historia Natural de Sofia, donde se exhibe para la curiosidad de los turistas. El hallazgo ha sido publicado en Archaelogy.