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Excélsior

Muchas personas que se pasean por los museos han tenido la curiosidad de tocar las obras que se exponen, de realizarlo podrían tener consecuencias.

Pero después te acuerdas de que: 1) si alguien te cacha te puedes volver viral, ya sea en un meme o en un hashtag en Twitter; 2) recibirás toda la furia del custodio del museo; 3) terminarás en la cárcel y todo por tentón.

“Espera, ¿esto último puede pasar?”.

Contactamos a Óscar Pastor Plascencia, quien está dentro del departamento de Registro y Control de obra del Museo Palacio de Bellas Artes, para que nos sacara de ésta y otras dudas en torno a una situación tan bochornosa como: tirar o dañar una pieza.

¿Qué le pasa a la persona que daña una pieza de un museo?

OP: Dependiendo el tipo de daño que pueda causar. Para dictaminar la gravedad de éste se solicitan las grabaciones del recinto para ver el momento exacto.

Si se verifica que el daño fue producto de un accidente entonces no se aplica ningún proceso legal y se recurre al seguro que ampara a la pieza (en caso de que el perjuicio haya sido grave).

Sin embargo, si la acción fue mal intencionada, entonces sí se acude con la parte jurídica del museo. Ya el departamento indica cómo reaccionar ante el agresor.  Aquí, igualmente se acude al seguro.

¿Qué ocurre después del daño?

OP: Los casos pueden variar. Pero normalmente, tras el accidente, lo primero que se hace es levantar un reporte, en el cual se determina si la acción fue con intención o no.

Posteriormente se dan informes al personal de Museografía (apoya en los montajes de las obras) y al de Registro y control (como su nombre lo indica, lleva el registro de las obras, tanto de exposiciones permanentes como de las temporales).

Dentro de este último departamento se encuentra el conservador, quien es el encargado de trabajar sobre el daño. En este caso, yo.

Hablando específicamente de la pieza: para reparar el desperfecto, suponiendo que sólo hubo una palpación leve, se realiza una limpieza muy superficial sobre la zona afectada. Con eso es más que suficiente.

Si el daño fue mayor, entonces se ve si es posible la intervención a partir de hacer viable o aplicable el seguro, tomando en cuenta que no haya ningún inconveniente.

En caso de aplicar el seguro, se toman fotografías de la obra. Después, se le llama al departamento de administración, el cual se encarga específicamente de los aseguramientos.

Por su parte, la institución, en este caso el INBA, envía un perito para que dictamine la gravedad y haga una cotización del daño y se pague la prima.

Aquí el inconveniente es el tiempo que toma todo el protocolo, pues se debe esperar el acuerdo para luego realizar la restauración.

¿Cómo se restaura?

OP: Dependiendo de la pieza (si es de madera, mármol, si es un lienzo) es el tipo de proceso que se realiza.

Algunos de los que se llegan a utilizar son:

  • Limpieza básica que va desde la mecánica (que es quitar el polvo superficial con brochas), hasta la acuosa (uso de líquidos sin abrasivos).
  • Limpieza química. Esta se utiliza para remover unidades más adheridas a la obra. Aquí ya se usan químicos.
  • Consolidaciones. Se emplea para adherir o dar fuerza estructural a una zona afectada con grietas o craqueladuras.
  • Injertos. Este proceso recupera un faltante de una obra.
  • Reintegración de color. Provoca que los injertos, resanes o grietas que fueron cubiertas ya no se vean. El efecto óptico se logra a través de pinturas especializadas y de técnicas de pintura como la rigatino.

Bueno ¿y cómo funciona un seguro? ¿Qué hace con la pieza?

OP: Depende de la compañía aseguradora. Los seguros, tomando en cuenta el tipo de pieza, hacen una valuación con ayuda de un conservador y catador.

El que más se utiliza en las exposiciones temporales, sobre todo, es el “clavo a clavo”, esto quiere decir que una pieza está asegurada, desde el momento en que la retiras de su lugar de origen (museo, colección) y te la llevas al lugar de exhibición.

Las clausulas dependen también de lo que se necesite. Por ejemplo, hay pólizas que protegen a las piezas contra  mal manejo de obra, incendios, sismo, terrorismo, etcétera.

¿En qué se basan los seguros para ‘valuar’ la obra?

OP: Digamos, a grosso modo, que algunos de los puntos que se toman en cuenta son: la oferta y la demanda, el artista o autor, la temporalidad de la pieza y la técnica con la que está hecha.

El proceso es muy complicado. Seguro ahora entiendes porqué los guardias siempre andan detrás de las personas diciendo “¡No toques!”, “¡No te acerques mucho!”. 

*Texto: Claudia Aguilar

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