A cuatro días de la elección presidencial en Estados Unidos, la canciller Claudia Ruiz Massieu advirtió este viernes que en un momento en que en prácticamente todas las regiones del mundo surgen voces que llaman al «aislacionismo, a la xenofobia y a la intolerancia», la convicción de México es que los países “juntos, aprovechando su potencial y complementariedad son más fuertes y mejores”.
La integración entre los países será exitosa cuando los flujos comerciales y financieros «sean entendidos no como un fin en sí mismo sino como un medio para generar prosperidad incluyente», dijo al inaugurar el segundo encuentro: Integración Iberoamericana y la Alianza del Pacífico, mecanismo que reúne a México, Colombia, Perú y Chile.
Para México, la integración y el libre comercio, como una plataforma para vincularse con el mundo y construir desarrollo incluyente, no es sólo una decisión sino una convicción que ha permitido durante los últimos 30 años llegar a este momento de defensa del potencial de la complementariedad entre los países y regiones, agregó.
El foro al que asistió la canciller fue organizado por el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) y la Fundación Iberoamericana Empresarial.
El proceso de conformación de la alianza del Pacífico, iniciado hace cinco años, deja a México dos grandes lecciones, dijo Ruiz Massieu. Por un lado, que la integración será exitosa cuando los flujos comerciales y financieros no se vean como un fin en sí mismos, sino como un medio para generar prosperidad incluyente. Para ser sostenibles en el largo plazo, e n el siglo XXI los proyectos de libre comercio tienen que servir a un fin social además de un objetivo económico.
Y, en segundo lugar, que las afinidades culturales e históricas no decantarán la integración por sí misma. Son una ventaja que facilita pero no suple la identificación de intereses compartidos, es necesario tener una estrategia para dar forma a esos intereses y la voluntad política para poder llevarla a cabo.