Peñamiller es uno de los 18 municipios que pertenecen al estado de Querétaro. Se localiza geográficamente al norte del estado, en la zona definida como la puerta de entrada a la Sierra Gorda, por su colindancia con los municipios de Pinal de Amoles y Tolimán, así como el estado de Hidalgo. Se caracteriza por su clima semidesértico.
En ese contexto, estudiantes del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Querétaro (Cecyteq), plantel Peñamiller, desarrollaron un proyecto para la fabricación de un brillo labial elaborado con cactáceas de la región, como lo es la tuna (Opuntia ficus-indica) y la pitahaya (Stenocereus queretaroensis), con la finalidad de contribuir con una alternativa para impulsar fuentes de empleo y el desarrollo económico del municipio.
El proyecto, llamado VEMA Lips, fue desarrollado por las estudiantes del Cecyteq de Peñamiller Magaly Guillén Sarazúa, Vanessa Izel Guillén Camacho y María Analleli Aguilar Flores, con la asesoría de la docente Alma Delia Reséndiz Vega.
Al respecto, la estudiante Magaly Guillén Sarazúa explicó que el objetivo de esta investigación fue innovar en un producto que respondiera a una necesidad del municipio, por lo que el equipo de trabajo se enfocó en el grupo social de las mujeres y el aprovechamiento de frutos de la región.
“La tuna y la pitahaya son frutos cactáceos que se encuentran en gran cantidad en varias regiones de Peñamiller, que es semidesértico. Son obtenidos de lo que es el pitayo (Stenocereus queretaroensis) y del nopal (Opuntia) y debido a sus componentes químicos, nutrimentales y de pigmentación tienen la cualidad de que, cuando son consumidos, la piel adquiere el color de la fruta”, explicó.
Guillén Sarazúa detalló que estos frutos contienen, además de antioxidantes, mucílagos, ácido ascórbico (vitamina C), fenoles, asimismo minerales como calcio (Ca), fósforo (P), hierro (Fe), proteína vegetal y fibra soluble.
“Las semillas, que también son comestibles, contienen ácidos grasos muy beneficiosos. En el caso de la pitahaya, tiene acción antitumoral, antiinflamatoria y antioxidante, retrasa el envejecimiento celular y refuerza el sistema inmunológico. Todas estas cualidades nos parecieron muy interesantes para trabajar con ellos en esta propuesta, para ofrecer una alternativa natural y saludable de cosmético libre de productos químicos”, aseguró.
Por su parte, la estudiante Vanessa Izel Guillén Camacho abundó que el proceso de elaboración del producto comprendió no solo el aprovechamiento de la pulpa, sino que además se contempló el uso de las semillas, que sirvieron, dijo, para la elaboración de un aceite humectante que es un valor agregado del cosmético.
“En el caso de las tunas, lo que hicimos fue adquirir la materia prima; fueron peladas para obtener la pulpa y separamos las semillas con ayuda de un colador. Después, la pulpa la pasamos por un proceso de centrifugado en sesiones de 15 minutos con cuatro tubos de 40 mililitros de pulpa cada uno, hasta tres mil revoluciones por minuto”, recordó.
Guillén Camacho aseguró que la pulpa fue depositada en vasos de precipitado para después, dijo, colocar las mezclas en una máquina de liofilizado para la obtención de un polvo, el cual se mezcló con glicerina para fortalecer su capacidad de protección del producto.
APOYO PARA EL PROYECTO POR PARTE DE LA UNAM
En el caso de las semillas de los frutos, la asesora del proyecto por parte del Cecyteq, Alma Delia Reséndiz Vega, apuntó que el equipo de trabajo contó con la colaboración del Laboratorio de Alimentos del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Juriquilla, para el desarrollo de un aceite natural para la elaboración del producto.
“El Laboratorio de Alimentos del CFATA realiza trabajos de investigación aplicada relacionada con el secado de alimentos a bajas temperaturas y la reducción de su tamaño; está a cargo del doctor Mario Enrique Rodríguez García. Lo que pretendíamos era obtener un aceite natural de las semillas de la tuna para la elaboración del labial”, destacó.
Alma Delia Reséndiz Vega detalló que el equipo de trabajo recibió la asesoría de los investigadores de la UNAM para que, con la ayuda de un horno de microondas, se hiciera el proceso de secado de las semillas de tuna y después, dijo, con un molino de café, separar el germen.
“La idea era que, con este germen, se obtuviera el aceite para incluirlo en la fórmula del brillo labial. En laboratorio, al germen de la semilla se le agregó acetona para la absorción de los aceites. Después de un día de este proceso, se trabajó en la evaporación de la acetona para separar los líquidos de los sólidos, y con la ayuda de un papel filtro pudimos obtener el aceite que requeríamos”, indicó.
La docente asesora del proyecto informó que gracias al apoyo recibido por parte del CFATA de la UNAM se pudo obtener el elemento humectante para el desarrollo del brillo labial.
“Estamos muy agradecidas con el CFATA, los investigadores fueron muy amables y dispusieron de su tiempo para atender a nuestras estudiantes a pesar de sus múltiples ocupaciones. Incluso les platicaron a las alumnas respecto de sus programas de ingreso, lo que despertó su interés ya que era una opción que no habían considerado en ningún momento para estudiar, sobre todo por la lejanía”, advirtió.
ALTERNATIVA DE PROYECTO PRODUCTIVO PARA LA REGIÓN
Al respecto, la estudiante del Cecyteq, María Analleli Aguilar Flores, subrayó que uno de los objetivos de este proyecto de investigación fue impulsar la economía de la región de Peñamiller a través del desarrollo de productos naturales, así como la participación de las comunidades en el cultivo de los materiales para su elaboración.
“Peñamiller se considera un municipio con marginación, puesto que se encuentra muy lejos de lo que es la ciudad de Querétaro y de los municipios que se consideran más desarrollados. Esto se debe a que, por su lejanía, no tiene el acceso total a las inversiones industriales que sí encontramos en otros lugares”, agregó.
“Nosotras buscamos, como estudiantes del Cecyteq y originarias de este municipio, generar opciones de empleo, no solo para nosotras sino para la gente de la región; iniciativas como esta benefician también a las autoridades estatales y municipales, pues se impulsa la imagen de Peñamiller. Mucha gente nos pregunta de dónde somos porque les gusta el proyecto, pero ignoran dónde está”, finalizó.