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Excélsior

El edificio que desde 1930 es sede del Gobierno del Distrito Federal, ahora Ciudad de México, será a partir del próximo año un museo que albergará la historia de la capital, desde su fundación hasta nuestros días.

HISTORIA

Conocido como el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, se trata de uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México, no sólo por su importante papel político, sino también por su ubicación en el corazón de la entidad.

Con seis siglos de historia, el espacio que se eligió para erigirlo representa desde tiempos mexicas un lugar designado para el poder.

El inmueble fue uno de los primeros que se construyeron tras la caída de Tenochtitlan. Su edificación fue ordenada por Hernán Cortés en 1522 y se terminó entre 1527 y 1532. Era de estilo medieval y se pensó como fortaleza ante posibles levantamientos indígenas. Tenía corrales para aves, carnicerías, un granero y una cárcel.

En 1692, y tras una severa crisis de abastecimiento de alimentos, la gente hambrienta y enardecida saqueo el edificio y le prendió fuego. La estructura quedó severamente dañada, pero el archivo histórico se salvó gracias a la intervención del erudito Carlos de Sigüenza y Góngora.

A principios del Siglo XVIII, entre 1714 y 1721, el Palacio del Ayuntamiento fue reconstruido por el arquitecto Antonio Álvarez. De ser un inmueble austero con muros anchos y ventanas pequeñas, pasa al estilo Barroco Peninsular, con arcos y adornos, y después se le agrega el estilo neoclásico. De la primera edificación sólo permanecen los cimientos.

SIGLO XX

A unos años de conmemorarse el Primer Centenario de la Independencia, Porfirio Díaz exige su completa reconstrucción y se le agrega un nivel. Aunque estas obras comenzaron en 1906 –bajo la dirección del arquitecto Manuel Gorozpe- y quedaron listas en 1928. Para 1910, el edificio de tres pisos lucía impecable.

El proyecto aún se conserva. Destaca la remodelación del Salón de Cabildos (en donde se llevó a cabo la primera reunión del ayuntamiento de la Ciudad de México, el 10 de mayo de 1524) con un estilo Art Nouveau. Cuenta con un estrado, en el que se ubica un retrato de Miguel Hidalgo y Costilla y más de 100 sillas de madera forradas en piel y grabadas con las armas de la Ciudad.

En el plafón del Salón hay una pintura al óleo, obra de Félix Parra creada en 1893, que representa un cielo abierto y reúne a personajes de la historia del país, desde la conquista hasta el gobierno porfirista.

También están los Salones de Virreyes I y II, en los que se aprecian las pinturas de los 62 virreyes de la Nueva España, desde Antonio de Mendoza y Pacheco hasta Juan O´Donojú, último Virrey a quien correspondió firmar el tratado de Córdoba el 24 de agosto de 1821, que significó la consumación de la Independencia de México.

Fue en el Salón de Cabildos en donde se formalizó la creación del Distrito Federal, en noviembre de 1924, así como la insaculación de los primeros consejeros electorales, por el entonces presidente Álvaro Obregón, en 1921.

A partir de l930, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento se convierte en la sede del Departamento del Distrito Federal. En 1934, al llegar a la Presidencia de la República, el General Lázaro Cárdenas manda construir el cuarto nivel del edificio, lo que le da un nuevo aspecto, que se ha mantenido durante más de ocho décadas.

Bajo sus arcos destacan los trabajos en azulejo, los cuales representan el escudo de la Villa Rica de la Veracruz -primer ayuntamiento fundado por Hernán Cortés en México-, así como el heráldico de Hernán Cortés, el de Cristóbal Colón y el escudo de la Villa de Coyoacán, primer ayuntamiento fundado dentro del Valle de México.