Lugar:
Fuente:
Agencia Informativa Conacyt

En el Laboratorio de Hidrobiología del Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (CIB-UAEM), se llevan a cabo investigaciones para evaluar la calidad del agua dulce de dicha entidad, a través del estudio de bioindicadores microalgales del líquido vital.

El objetivo de esta línea de investigación es evaluar una comunidad de microalgas conocidas como diatomeas, capaces de tolerar cambios en las condiciones físicas o químicas del agua, y que permiten conocer el estado de salud del líquido, así como determinar los parámetros fisicoquímicos presentes en los diferentes ambientes acuáticos del estado de Morelos.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Francisca Isela Molina Astudillo, profesora de la Facultad de Ciencias Biológicas e investigadora responsable del Laboratorio de Hidrobiología del CIB-UAEM, comparte en qué consiste el proyecto, así como las características de las diatomeas, potenciales bioindicadores de la calidad del agua.

 

Francisca Isela Molina Astudillo, profesora de la Facultad de Ciencias Biológicas compartió el proyecto. Foto:

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo nace la iniciativa de estudiar la calidad del agua en Morelos?

Francisca Isela Molina Astudillo (FIMA): Mi interés por estudiar las microalgas nace hace aproximadamente 20 años, cuando realicé mis estudios de licenciatura en biología en la Facultad de Ciencias Biológicas de la UAEM, primero a nivel taxonómico, posteriormente para conocer la relación que guardaban con los parámetros fisicoquímicos, temperatura, pH, por mencionar algunos.

Después de manera aplicada, a través de la caracterización de los diferentes ambientes acuáticos: ríos, lagos, embalses, presas, etcétera. A fin de conocer los diferentes grupos algales, surgió el gusto por enfocarme en el estudio de las diatomeas.

La presencia o ausencia de determinados grupos o especies de microalgas puede indicar la buena o mala calidad del agua en los diferentes cuerpos de agua con que contamos en el estado.

AIC: ¿Qué es la bioindicación y por qué es importante?

FIMA: La bioindicación se refiere a conocer el estado de calidad del agua a través de grupos biológicos, estos pueden ser los anfibios, peces, macroinvertebrados y las microalgas.

Es importante porque una gran mayoría de los ambientes acuáticos ha cambiado su calidad del agua debido a diversos factores, principalmente por el desarrollo de actividades antropogénicas, incrementando la cantidad de materia orgánica, el vertimiento de químicos y el desvío del cauce, que en muchos casos lleva a la desaparición de estos.

Una medida preventiva y de rescate de estos ambientes acuáticos pueden ser el biomonitoreo y la bioindicación. Actualmente se conocen varias especies de diatomeas que toleran o son sensibles al aporte de materia orgánica y a los cambios en las condiciones fisicoquímicas y nutrientes del agua.

Considerando la importancia que representa el agua para los seres vivos, y que el estado de Morelos cuenta con diversos recursos hídricos como ríos, arroyos, lagos, manantiales, entre otros, es prioritario realizar investigaciones que permitan conservarlos.

AIC: ¿En qué tipo de actividades se puede utilizar la bioindicación?

FIMA: En la actualidad, de acuerdo con su calidad del agua, esta se ha destinado a diferentes actividades como la acuicultura, cultivo de peces comestibles y ornamentales en sistemas naturales y artificiales, por mencionar algunos. Sin embargo, la principal actividad es la de conservar el recurso y a las especies que fueron pioneras en habitar estos sistemas acuáticos.

AIC: ¿Qué papel juegan las diatomeas en el proceso de bioindicación?

FIMA: Presentan una amplia distribución, ya que se encuentran en ambientes marinos, salobres y de agua dulce. Se encuentran libres flotando en la superficie, en el fondo y adheridas a diferentes sustratos (plantas acuáticas, animales, rocas, entre otros), gracias a que desarrollan pedúnculos y secretan una sustancia mucilaginosa que les permite unirse unas con otras, formando así innumerables ramilletes sobre los tallos de las plantas acuáticas o sobre filamentos de otra microalga.

Lo anterior les permite desafiar la velocidad de corriente de ríos y arroyos. Constituyen entre 80 a 90 por ciento entre los grupos algales presentes.

Se ha demostrado que presentan un alto grado de tolerancia y sensibilidad a los cambios de las condiciones ambientales del agua, lo que las cataloga como buenas indicadoras de calidad del agua.

AIC: ¿Por qué es importante conocer las concentraciones de compuestos químicos como el fósforo y nitrato y la relación que guardan con estas microalgas?

FIMA: En general, para realizar sus funciones vitales, como fotosíntesis, las microalgas tienen requerimientos de nutrientes: nitrógeno y fósforo son de los principales.

El nitrógeno y fósforo permiten que se establezcan varios grupos de microalgas de manera natural —además de las diatomeas—, pero cuando se elevan las concentraciones de estos, hacen que grupos como las algas cianófitas incrementen y formen espesas capas en la superficie de los sistemas acuáticos provocando anoxia (falta de oxígeno) e incremento en la tasa de descomposición de materia orgánica, por lo que la calidad del agua se ve afectada.

Al realizar recolecta del material microalgas encontraremos diatomeas, dando pauta a aquellas especies que pueden tolerar o desaparecer ante estos cambios.

En Morelos, los trabajos sobre bioindicación empleando microalgas son incipientes todavía, siendo una línea de investigación no muy explorada, y en este caso estamos contribuyendo en su utilización.

AIC: ¿Estas microalgas ya se comercializan para esta aplicación?

FIMA: No como bioindicadoras, pero se ha hecho un listado de las especies que tienen esta función.

En el caso de las diatomeas, se han empleado como alimento para moluscos (almejas, ostras, mejillones), en la elaboración de productos como son los abrasivos dentales, exfoliantes corporales.

Actualmente nuestro grupo de investigación trabaja en un inventario ficológico de diferentes ambientes acuáticos, con la finalidad de tener un número aproximado de las especies de diatomeas presentes en el estado de Morelos.

AIC: ¿Qué proyectos ha realizado el CIB-UAEM en este ámbito?

FIMA: En el estado de Morelos trabajamos en ambientes artificiales como estanques de producción piscícola en Jiutepec y Cuautla, en varios embalses y bordos, en el río Amacuzac, el Parque Nacional Lagunas de Zempoala, en los lagos Tonatiahua y Zempoala, en Cruz Pintada en Tlaquiltenango, en la microcuenca Coaxitlán en límites con el estado de Guerrero.

Actualmente estamos desarrollando un proyecto en el Parque Nacional Lagunas de Zempoala, con la finalidad de hacer un estudio comparativo con un listado de especies, así como caracterizar las diatomeas como bioindicadoras.