Desde que se difundieron en Internet tres imágenes de las misteriosas pirámides de la Antártida, en 2013, muchas han sido las conjeturas sobre su orígen. Algunos sostuvieron la hipótesis de que habrían sido emplazadas por una antigua civilización; otros, los más audaces, afirmaron que eran construcciones extraterrestres.
Una exhaustiva investigación llevada a cabo por la reportera del portal web RT, Yulia Troitskaya, ha echado por tierra todas estas teorías fantásticas. Las extrañas formaciones no son más que estructuras naturales, y un controversial grupo anónimo dedicado a la difusión ufológica sería el responsable de haber sembrado los extraños rumores sobre ellas en la red.
Dos de estas “pirámides” son en realidad diferentes vistas de una montaña del macizo Vinson. La tercera fotografía, donde se puede apreciar una estructura erigida sobre una plataforma de hielo, se trataría de un montaje.
El geólogo Yuri Kozlov explicó a la periodista rusa que la extraña forma piramidal de la montaña se debe a la erosión y a la composición mineral de las rocas que la conforman, y que otros picos de naturaleza similar pueden encontrarse en diferentes partes del mundo.
