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EFE

Una serie de obras eróticas con trabajos de Pablo Picasso y Lucian Freud, entre otros artistas, se vendió hoy en la casa de subastas Sotheby’s por 6.53 millones de dólares.

La subasta en Londres, titulada «Erotic: Passion and Desire» («Erotismo: Pasión y deseo»), englobó más de cien representaciones sexuales, desde la antigüedad hasta el presente, en forma de dibujos, pinturas, fotografías y esculturas.

Por 93 mil 362 dólares se remató el esbozo sobre papel de Picasso «Nu couché» (1972), en el que el pintor español, con 91 años, exploró una vez más el desnudo femenino, uno de los temas recurrentes a lo largo de su obra.

El nervio físico de Picasso se desvanece inevitablemente con la edad. Sin embargo, en esa época se intensifican los temas eróticos en sus dibujos y pinturas», describe el catálogo de la subasta.

Una de las estrellas de la jornada fue la escultura del francés Jacques Loysel «La grande névrose», un mármol de 1896 que multiplicó por diez su precio estimado y se remató por 2.31 millones de dólares.

A partir de un canon de belleza clásico, Loysel plasma una expresión del «éxtasis carnal», a partir de una representación del cuerpo humano «en completa tensión».

El dibujo de Freud «Man Posing» (1985), un ejemplo de «honestidad» artística que ejemplifica la contribución del pintor y grabador británico a la tradición del desnudo, alcanzó los 28 mil dólares.

El arte del simbolista austríaco Gustav Klimt, que en una ocasión declaró que «todo arte es erótico», estuvo representado en la sesión con «Liegender Halbakt Nach Rechts» (1914-1915), un bosquejo en el que una modelo se presenta como «objeto de deseo para el espectador».

La expresión de la protagonista del dibujo, que «sugiere inocencia, e incluso vulnerabilidad», evidencia «la importancia de la mirada del artista y la agudeza» de sus trazos, según los expertos de Sotheby’s, donde la obra se remató por 217 mil 845 dólares.

En la misma época en la que Klimt trazó esa obra, durante los años finales del imperio austrohúngaro, su discípulo Egon Schiele firmó «Akt» (1917), que se vendió por 279 mil 776 dólares.

Las investigaciones de Sigmun Freud en el campo de la sexualidad y el respeto adquirido por artistas como Klimt habían conferido en ese momento un aura de dignidad a las obras eróticas que Schiele aprovechó con originalidad y virtuosismo técnico.

El cuerpo de la mujer «está representado intacto, con gran realismo», en una obra en la que «el esfuerzo del artista se dirige hacia la captura de la plasticidad de la forma humana, la densidad de la carne y la solidez del músculo», reseña el catálogo de la colección.