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Datado en el siglo II, el hallazgo ha sido posible gracias a la utilización de diferentes metodologías de análisis de imagen digital en dos y tres dimensiones.

Los objetos de estudio fueron miles de archivos digitales del Instituto Geográfico Nacional de España que se analizaron al milímetro.

Esta tecnología digital permitió que el equipo de arqueólogos de Antiguas Ciudades de Andalucía de la Universidad de Córdoba (UCO), reforzado gracias a la prospección geomagnética realizada por el Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada por encargo del Ayuntamiento de Castro del Río, confirmase el descubrimiento del edificio romano.

Los investigadores sabían que este anfiteatro existía, al fin y al cabo era lo habitual en ciudades del tamaño y relevancia económica de aquella época.

El equipo de arqueólogos buscó las coordenadas del término municipal cordobés de Torreparedones y observó el terreno hasta dar con la ‘mancha’ sospechosamente elíptica bajo la que consideraban probable que estuviera el anfiteatro.

También sospechaban que debía estar situado en alguno de los dos extremos de la ciudad por las que llegaban las vías principales de acceso, documentadas por los arqueólogos en los últimos años.

El problema era dar con él sin levantar el terreno o sin invertir demasiado tiempo y dinero en catas a veces infructuosas.

Las dimensiones del anfiteatro oscilan en torno a los 70 metros de eje mayor y los 62 de eje menor, unas proporciones similares a los anfiteatros de Segóbriga, Saelices (Cuenca) o Contributa Iulia (Badajoz).

Situado entre los términos municipales de Baena y Castro del Río, en el yacimiento arqueológico de Torreparedones se realizaron trabajos de topografía y excavación con la colaboración de la Universidad de Oxford entre 1987 y 1993. Alberga importantes restos de la cultura de tartesios y de romanos, destacando una puerta monumental.

Hasta el momento las excavaciones realizadas habían dado como resultado el descubrimiento de la ciudad romana, , en la que han aparecido además de la puerta monumental, el foro, unas termas y el macellum (mercado).