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La Jornada

El canciller de México, Luis Videgaray, dijo este jueves que la posibilidad de que Estados Unidos se retirara del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) «fue real», aunque consideró que la medida estaba destinada a presionar al Congreso estadunidense.

«Sí fue una posibilidad real, tenemos confirmado que es algo que se estaba considerando», pero la decisión no estaba tomada, afirmó el canciller en entrevista con Radio Fórmula.

Ante esa posibilidad, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, llamó por teléfono a su homólogo Donald Trump, en la primera llamada entre ambos desde que el primero cancelara su visita a Washington en enero, precisó Videgaray.

El canciller estimó que más que estar dirigida a Canadá y México, la medida iba destinada al «Congreso estadunidense, donde ha habido un retraso significativo respecto a iniciar el proceso que permitirá una negociación comercial».

El legislativo estadunidense no ha ratificado todavía al representante comercial designado por Trump.

En otra entrevista, también esta mañana, Videgaray señaló que México y Estados Unidos han dado grandes pasos en su relación a través del diálogo en los primeros cien días de gobierno del presidente estadunidense.

«Hemos generado una dinámica respetuosa a través del diálogo (…) Hemos avanzado enormemente, en la dirección correcta», dijo a Televisa.

México está listo para revisar el TLCAN y esperaba iniciar el proceso en junio o julio, pero ahora las conversaciones no podrían comenzarse hasta agosto, precisó Videgaray.

Estados Unidos es el principal socio comercial de México: más de 80 por ciento de sus exportaciones tienen como destino a ese país.

Muestra de la fuerte complementariedad de sus industrias desde la entrada en vigor del TLCAN, México exporta principalmente manufacturas compuestas en hasta 40 por ciento a partir insumos fabricados en Estados Unidos.

Trump, que asumió el 20 de enero, dijo este jueves en Twitter que un acuerdo comercial renegociado de Estados Unidos con Canadá y México era «muy posible», pero que si no se podía lograr un «trato justo para todos» se tendría que revocar el TLCAN.