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La Jornada

La política en materia de salario mínimo aplicada durante la presente administración “ha sido la correcta”, respondió el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, al jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien le envió una misiva el pasado 27 de abril al funcionario, en la que le planteaba la necesidad de incrementar el mínimo a 92 pesos.

A su vez, ayer por la tarde Navarrete respondió en carta al gobernador que su postura en torno al tema de los mínimos “es coincidente con las acciones que la administración federal ha realizado en los últimos cuatros años y medio, en torno a la recuperación gradual y sostenida de estos salarios”.

Remarcó el secretario que la mejora de los ingresos de los mexicanos es una de las líneas de acción de este gobierno, establecida en el Programa Sectorial de Trabajo y Previsión Social 2013-2018, “es decir, un año antes de que el Gobierno de la Ciudad de México se sumara al tema con una convocatoria pública”.

El funcionario federal señaló que “la política en materia de salario mínimo aplicada durante esta administración, en consenso con los sectores patronal y obrero, así como actores políticos y autoridades, ha sido la correcta, y que sus resultados son avalados por organismos autónomos como el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Banco de México”.

Incluso, aseguró, que se ha reducido en 28.2 por ciento la brecha que existía entre el salario mínimo y la “Línea de Bienestar” que define el Coneval, y equivale al valor de la canasta alimentaria y no alimentaria.

Al respecto, al asumir ayer la presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Mancera indicó que es preciso que haya un pronunciamiento de todos los mandatarios estatales sobre la necesidad de incrementar los sueldos obreros.

Expuso en ese foro: “no podemos permanecer ajenos ante el indispensable aumento al salario mínimo” y agregó que este es uno de los temas que impulsará desde el nuevo cargo.

En tanto, Navarrete insistió en que si bien aún queda mucho por hacer, en el sexenio, el mínimo “ha recuperado en 12.2 por ciento su poder adquisitivo en términos reales, ya descontando el efecto de la inflación, lo que representa casi cinco veces más que lo alcanzado en los dos anteriores sexenios juntos”.