El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) puso en marcha el Programa de Prevención de Desastres en materia de Patrimonio Cultural (Previnah), a fin de realizar acciones que protejan los bienes culturales de cualquier fenómeno natural.
En un comunicado, destacó que lo anterior obedece al inicio de la temporada de lluvias y ciclones tropicales, sistemas que según la Organización Meteorológica Mundial impactarán a México, hasta en 30 ocasiones, 17 para el Oceáno Pacífico y 13 por el Atlántico.
Cabe destacar que el Servicio Meteorológico Nacional registra oficialmente el comienzo de la temporada de huracanes el 15 de mayo para el Pacífico y 1 de junio para el Golfo de México, mar Caribe y Atlántico, pero con la presencia de la depresión tropical Adrián, localizada el pasado 10 de mayo en las costas de Oaxaca y Chiapas, se adelantó el periodo de precipitaciones de este año.
De acuerdo con el INAH, los huracanes, lluvias y tormentas pueden provocar desprendimiento de basamentos arqueológicos o arquitectónicos, escurrimientos en murales prehispánicos, filtraciones de agua en techos y muros —que a su vez provocan humedad—, saturación de agua en losas, así como deslaves de tierra en sitios prehispánicos cercanos al mar, ríos, lagos y lagunas; además de pérdida de cubiertas ligeras, daños en puertas y ventanas en el caso de museos.
Ante ello, la Coordinación Nacional de Centros INAH (CNCI), en conjunto con instancias del gobierno federal y organizaciones civiles, implementan acciones para brindar la atención debida en los sitios arqueológicos, monumentos históricos y museos, a fin de salvaguardar el patrimonio cultural bajo su custodia.
En ese sentido, expuso, se ha dispuesto un trabajo interinstitucional con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), a fin de compartir los boletines de alerta temprana que emite el Centro Nacional de Comunicaciones de la Secretaría de Gobernación, para que sean repartidos en los lugares propensos a sufrir alguna contingencia.
En cada uno de los centros INAH de la República Mexicana se disponen las medidas necesarias para proteger los bienes culturales, entre las que destacan: retiro de hojas y pasto, remoción de troncos que por la fuerza de los vientos pudieran volar e impactar contra alguna estructura, además del deshierbe para evitar la acumulación de humedad.
También se le da mantenimiento y desazolve a desagües y drenajes, a la vez que se colocan lonas y redes de pescar sobre áreas en proceso de excavación, taludes y plataformas.
Respecto a la protección de inmuebles históricos y museos, se podan los árboles y limpian azoteas y botaguas, se impermeabilizan y pintan fachadas, se retira basura o desechos acumulados en las cubiertas, y se aseguran puertas y ventanas.
Los trabajadores reparan grietas para evitar filtraciones de agua, se consolidan muros exteriores expuestos a la acción del viento y se resguardan las colecciones, material de estudio o en proceso de inventario en los sitios con menor riesgo.
El Previnah busca garantizar la conservación de todo lo que se considera un bien cultural de la nación, de ahí que mantenga monitoreo constante en los estados costeros del territorio nacional, susceptibles a esos fenómenos hidrometeorológicos, como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur, entre otros.