Pese a lo que asegura Donald Trump, el nivel del mar va en aumento y el calentamiento del planeta es real. Al negar ambos hechos el presidente de los Estados Unidos se parece al papa Paulo V, quien en el siglo XVII aseguraba que la Tierra es plana, que el Sol gira en torno a nosotros y, por argumentar lo contrario, casi quema en la hoguera a Galileo, refirió Jorge Zavala Hidalgo, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) y jefe del Servicio Mareográfico (SM) de la UNAM.
Para el académico, la evidencia de que estos fenómenos se agravan es incuestionable, como demuestra el reporte de 2013 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), donde se consigna que en el último siglo el nivel del océano se acrecentó casi dos milímetros por año y que, a la fecha, dicha tasa ha subido a 3.2 mm anuales, es decir, el ritmo se ha acelerado.
Abundan los testimonios de esta elevación y los datos disponibles permiten establecer con exactitud la situación actual. No obstante, las discrepancias se dan al proyectar escenarios futuros, pues los resultados varían según el documento: por ejemplo, en el del IPCC se calcula que para 2100, si hacemos las cosas bien, el mar habrá subido 52 centímetros y, si las realizamos mal, 92 cm, mientras que en otro del Programa de Monitoreo y Valoración del Ártico (AMAP, por sus siglas en inglés) —recién publicado— se señala que el incremento será de, al menos, 74 centímetros.
El problema es que hay mucha influencia política en esas estimaciones, así como una gran incertidumbre científica, pues aún no se conocen con suficiente precisión los procesos asociados al aumento del nivel del mar ni cómo cambian con el tiempo. Lo que sí sabemos es que la superficie del mar es más elevada hoy que hace 100 años y que esta tendencia ha comenzado a acelerarse”, explicó.
Sobre por qué mencionar a la política como un factor que incide en que los científicos ofrezcan números tan divergentes acerca de lo que pasará a fin de siglo, el académico explicó que con ello se refiere a que, al dar a conocer estos datos, los investigadores buscan llamar la atención respecto al fenómeno, pero sin caer en pesimismos, “y esto es algo muy humano; lo que debemos dejar en claro es que todos los datos apuntan a un incremento del nivel del mar alrededor del globo, pese a lo que opine Trump y su gabinete”.
Un fenómeno complejo
Acerca de la incertidumbre científica a la que hizo referencia, Zavala explicó que ésta responde a la complejidad de las causas de la elevación del nivel del mar, que son tres: aumento de volumen por calentamiento (o expansión térmica); derretimiento tanto de los glaciares como de los hielos sobre tierra (como sucede en Groenlandia), y el imbalance generado cuando los continentes arrojan más líquido al mar del que reciben de éste.
Por un lado tenemos que, al incrementarse la temperatura del agua, también lo hace su volumen (no su masa), algo sencillo de evaluar, aunque debemos considerar que ésta se comporta de forma distinta de los cero a los cuatro grados centígrados que de ahí en adelante, y que también actúa de manera diferente si es dulce o salada. Los datos sobre la temperatura del agua se obtienen mediante cientos de boyas que descienden de uno o dos kilómetros, dijo el investigador.
Por otro lado, está el derretimiento de los glaciares en tierra, lo cual implica una transferencia de líquido a los océanos y, por ende, un aumento de la masa de agua en los mares. Este fenómeno lo observamos a través de satélites de dos tipos: mientras unos determinan el espesor congelado y si éste merma o se engrosa, los otros calculan anomalías gravitacionales.
El tercer componente es el imbalance presentado entre el agua que llega a los continentes y la que sale. Por ejemplo, al bombearla del subsuelo y usarla, ésta regresa contaminada a los océanos y ello genera un desequilibrio que eleva el nivel del mar.
Los cálculos en el rubro son robustos y salen de estas mediciones: lo complicado es saber a cuánto ascenderá el nivel del mar en el futuro porque aunque hay certeza de que la tasa aumenta, es casi imposible determinar a qué ritmo crecerá de aquí a fin de siglo”.
Mediciones en México
Jorge Zavala Hidalgo es el jefe del Servicio Mareográfico de la UNAM, una red que consta de 27 estaciones repartidas a lo largo de las costas del país, las cuales han servido para realizar diversas mediciones y calcular cuánto se ha elevado el nivel del mar en México. Los resultados de este esfuerzo fueron publicados en 2010.
El nivel del mar no aumenta de la misma forma en todos lados, pues a nivel local éste se ve influido por los movimientos de la corteza terrestre o fenómenos meteorológicos u oceanográficos, por lo que obtuvimos cifras variadas; por ejemplo, en Veracruz el incremento fue de 1. 9 milímetros por año; en Alvarado de dos; en Ciudad del Carmen de cuatro mm, y en la península de Yucatán de tres”.
El único lugar en el que el nivel bajó fue en Acapulco, pero debido a un sismo registrado en 1962 y que movió el terreno hacia arriba, pero si soslayamos ese evento excepcional, veríamos que en realidad el mar no ha dejado de subir, apuntó el académico.
A decir de Zavala, la gente no entiende bien las repercusiones de este fenómeno y hay quienes creen que, por habitar a más de 300 cm sobre el nivel del mar, su localización les permitirá vivir ahí en lo que resta del siglo y no es así, pues estos enclaves peligran ante eventos extremos como los huracanes o nortes, los cuales provocan subidas súbitas de las aguas de hasta varios metros.
Por esta razón, el académico destacó la importancia de las mediciones realizadas por el SM de la UNAM, pues es preciso conocer la vulnerabilidad de cada región a fin de establecer qué medidas tomar antes de que sea demasiado tarde: adaptarse, defenderse o, si la amenaza es insalvable, retirarse.
Debido a la cantidad de estudios realizados en el renglón y las evidencias recopiladas, Zavala Hidalgo consideró preocupante que personajes como Trump cuestionen el conocimiento científico y lo pongan al mismo nivel que declaraciones sin fundamento.
Esto se parece mucho a lo que enfrentó Galileo y por ello es crucial seguir defendiendo que la Tierra no es plana, que el Sol no gira alrededor de la Tierra y que el nivel del océano se está elevando”.