Con el proyecto «Procesamiento de biomateriales compositos con morfología de tejido óseo por medio de impresión 3D», investigadores de la BUAP ganaron el único premio del Certamen “Javier Barros Sierra” 2017 de Fundación UNAM.
El proyecto desarrollado por los investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) es un biomaterial de tercera generación, capaz de estimular la rápida regeneración celular de cualquier tejido óseo que haya sufrido una fractura, incluso de tercer grado.
En un comunicado, la casa de estudios señaló que gracias a este material composito –denominado así por estar constituido por más de dos componentes-, los universitarios de la BUAP encontraron una solución a un problema de salud pública, lo anterior por los gastos hospitalarios e incapacidad laboral que genera.
En el Certamen “Javier Barros Sierra” 2017: Propuestas Multidisciplinarias para Resolver Asuntos Apremiantes de la Realidad Mexicana, convocado por la Fundación Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Academia de Ingeniería de México, participaron estudiantes de licenciatura y posgrado de 15 áreas del conocimiento, de instituciones de educación superior del país, públicas y privadas.
El proyecto «Procesamiento de biomateriales compositos con morfología de tejido óseo por medio de impresión 3D«, los investigadores de la BUAP presentaron un nanomaterial hecho de ácido poliláctico, hidroxiapatita y alginato de sodio, el cual promueve la regeneración de las células del hueso, al ingresar al cuerpo como rellenos óseos.
Esto permite pensar en diseñar por computadora prótesis con morfología de este tejido, apuntaron.
En México, por cada 100 mil personas, 168 mujeres y 98 hombres presentan fractura de fémur proximal (cadera), es decir, una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres de más de 50 años sufrirán de esta lesión.
Los especialistas de la máxima casa de estudios señalan que estas prótesis hipotéticas podrían ser producidas mediante una impresora 3D, las cuales se fabrican en función de la fractura (barras y tornillos), con un diseño basado en un modelo matemático que imita la estructura porosa de los huesos.
Ejemplificaron que en un modelo animal –ratas de laboratorio-, observaron que una vez que el material composito en forma de relleno óseo lleva a cabo su función, el hueso queda completamente regenerado, con su funcionalidad y resistencia a 100 por ciento.
De acuerdo con un estudio se prevé que en 2050 la población mayor de 60 años de edad (el sector más vulnerable) crecerá significativamente, asimismo 30 por ciento de estos pacientes fallece durante el primer año posterior a la fractura y más de 50 por ciento no logra reincorporarse a las actividades cotidianas.
Al respecto Irving Fernández Cervantes, egresado de la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP, desde su tesis de licenciatura pretendía desarrollar prótesis de huesos con capacidad regeneradora, un tema de interés, pues las existentes, hechas de titanio, acero inoxidable o plástico, son corroídas por el cuerpo humano y no contribuyen a la reproducción de las células.
Las pruebas preclínicas fueron llevadas a cabo por la recién egresada de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP, Lisbeth Arroyo Reyes, durante su tesis de licenciatura, quien explicó que para efectuar estos experimentos fracturaron el fémur de los roedores quitaron un milímetro de hueso que se sustituyó por el material.
El proceso de regeneración celular de los tejidos óseos ya cuenta con el registro de patente, por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Actualmente poseen una solicitud para registrar el biomaterial de tercera generación que ha sido probado con éxito en los exámenes preclínicos.