Los restos del pintor mexicano José Luis Cuevas, figura más visible de la «Generación de la Ruptura» y quien falleciera la víspera, llegaron al Palacio de Bellas Artes, donde se le rinde un homenaje póstumo al artista plástico.
Dentro y fuera del Palacio de Bellas Artes se registra un inusitado ir y venir de personas que asisten con la intención de dar el último adiós a uno de los máximos representantes del movimiento que rompió con la vieja escuela de pintura en México, La Ruptura.
Al máximo recinto cultural del país se han dado cita, hasta el momento algunos, funcionarios públicos, artistas, intelectuales, amigos y familiares de Cuevas.
Un gran retrato que muestra a un José Luis Cuevas sonriente y jovial, como lo fue en vida, recibe a quienes ingresan al palacio de mármol. A ras del piso dos coronas fúnebres serán quienes escolten a las cenizas del maestro, cuyo cuerpo fue incinerado en una agencia ubicada en el sur de esta ciudad.
La carroza con las cenizas del artista llegó acompañada de un convoy de tres vehículos, entre ellos una camioneta gris en donde viajaba su viuda, Beatriz del Carmen.
Minutos antes arribaron al lugar en diferentes momentos sus hijas, María José y Ximena Cuevas, seguido de ellas, en otro vehículo, Silvia Lemus, viuda de Carlos Fuentes.
Asimismo, el político Porfirio Muñoz Ledo y el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez, entre otros personajes, así como arreglos y coronas florales de diferentes instituciones del país.
Se estima que dos horas serán suficientes para que el público en general dé el último adiós al artista fallecido la víspera, a quien se adjudica el nombramiento de la Zona Rosa como tal.
Manuel Alegría, museógrafo oficial del Museo José Luis Cuevas; y Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Plásticas del INBA, dijeron desconocer hasta el momento las causas que originaron la muerte, ayer, del artista plástico mexicano José Luis Cuevas.
Entrevistados durante la espera de las cenizas del pintor, escultor y grabador fallecido el lunes en esta ciudad, coincidieron en apuntar que ese dato lo tiene únicamente la familia, al que no han tenido acceso ni el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) ni el museo que lleva su nombre.
Manuel Alegría optó por no hacer comentarios en torno a esta perdida y se limitó a subrayar:
Carezco de toda información referente al deceso del maestro”; para Zavala se trata de un dato que concierne únicamente a sus seres más queridos.
