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Notimex

Interesado en conocer qué pasa a una persona cuando asiste a una sangrienta función de lucha libre, el escritor y dramaturgo mexicano Ricardo Guzmán Wolffer se dedicó a investigar sobre el tema y el resultado fue el libro “Lucha libre: sin límite de sangre”, que presenta hoy en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

La obra, ilustrada por diversas fotografías de José Francisco Camacho Ruiz, incluye entrevistas con especialistas en lucha libre, tanto deportistas, como periodistas y analistas, así como las luchas más sangrientas de este deporte-espectáculo de enorme tradición en el país.

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) recordó que el libro aborda cómo este deporte-espectáculo transita entre la cultura, el show, la sangre y el desahogo, que puede crear mitos y derribar ídolos, pero también plantea la eterna metáfora del bien contra el mal que todos llevamos dentro.

Guzmán Wolffer expone en su texto que al mexicano le encanta ver sangre, mientras no sea la propia; más cuando ésta tiene un significado. “Ya sean las muertes floridas, la lucha entre invasores e invadidos o la muestra de que somos capaces de entregar todo antes que la tierra”.

El libro, dijo, le puede gustar a quien nunca ha ido a la lucha libre e incluso a quien la repudia porque invita al lector a ir más allá de la lucha y reflexionar en su vida cotidiana y su quehacer social.

“Es un libro en el que lector termina por reflexionar sobre sí mismo. Es un ensayo sobre lo más humano de la lucha libre y lo más humano de cualquier fenómeno es la autoreflexión y el autoconocimiento, la búsqueda de conciencia a partir de lo que nos sucede”, comentó.

Señaló que algunas personas consideran esta disciplina como algo actuado, sin entender el fenómeno que se desarrolla entre la historia personal de cada uno de los luchadores y la interpretación colectiva que hacen los aficionados.

“El hecho de ver un luchador ensangrentando evidencia que algo real está sucediendo, le convenza a uno todo lo demás o no. Cuando hay sangre, uno simplemente se conecta con ella”, declaró.

Para finalizar, Guzmán Wolffer señaló que a través de los nombres, los atuendos y los diseños, los luchadores simbolizan el enfrentamiento eterno entre el bien y el mal, pero no en sentido estricto.

“El fenómeno de la lucha toca lo inconsciente, lo social y partes muy profundas del espectador, pero es necesario hacer conciencia sobre lo que está sucediendo para comenzar a entenderlo”, concluyó.