Una exposición gratuita en el Parque de Bruselas revela una colección de fotografías tomadas en el país por encargo de la Alemania nazi en el período en que sus tropas ocupaban Bélgica, durante el final de la Primera Guerra Mundial.
Fue entre 1917 y 1918 cuando el gobierno alemán envió a Bélgica un equipo formado por los mejores expertos de la época en historia del arte, arquitectura y fotografía.
Su misión era catalogar y registrar los principales monumentos del país ocupado, que deberían servir de herramienta publicitaria para el régimen nazi.
El incendio causado por las tropas alemanas en la ciudad de Lovaina y su importante universidad, en agosto de 1914, había causado 248 muertes, destruido unas 300 mil obras históricas, y rendido al ocupante una reputación de bárbaros, además del rechazo de la población belga.
Con la campaña publicitaria, el gobierno alemán pretendía “mostrar que era civilizado” y “conquistar la simpatía de los belgas alabando su riqueza cultural”, explicó Marie-Christine Claes, doctora en Historia del Arte en el Instituto Real del Patrimonio Artístico (IRPA).
“Les Clichés Allemands (1917-1918)” (Las fotos alemanas, traducido del francés) reune una centena de las 10 mil fotografías de iglesias, castillos, monumentos públicos y otros sitios emblemáticos del país catalogados por los expertos.
El IRPA, creado en 1948, es el guardián de los negativos originales, adquiridos por el gobierno belga en 1925 y 1927.
En los últimos tres años, el organismo público ha numerizado en alta definición el arcevo, disponible para consultación a través del sitio http://balat.kikirpa.be.
Las imágenes en blanco y negro destacan por la calidad “excepcional” de los negativos para la época, 100 años atrás, así como por la precisión en materia de iluminación y encuadramiento, señaló Claes.
La muestra permanecerá en el Parque de Bruselas hasta el 17 de septiembre próximo y empezará enseguida una gira por diversas ciudades belgas.